Ayer debutó pero el flamante equipo de Sergio Massa ya piensa en reemplazarlo por un nuevo tipo de cambio, más flexible y fácil de interpretar para los productores sojeros. Se busca que se liquiden unos U$S 3000 millones.
A horas de haber debutado, el Poder Ejecutivo ya piensa en darle un punto final al Dólar Soja. La invención puesta en marcha la semana pasada e impulsada por la gestión Silvina Batakis para acelerar la liquidación de divisas en propiedad de los productores de la oleaginosa, comenzó su vida útil ayer.
Pero, según lo que ya tienen decidido los integrantes del equipo de Sergio Massa, que desde mañana comenzarán a gestionar la economía y las finanzas del país, ya hay otro esquema en mente, más cercano a lo que el campo demandaría para pensar en liquidar, que lo que políticamente se pudo diseñar hace unos 10 días entre los múltiples equipos que trabajaban en el Ejecutivo hasta el miércoles pasado.
Al filo de su gestión Silvina Batakis avaló la implementación de un dólar diferencial para los exportadores de soja.
Si bien aún no hay una decisión final, se sabe que el nuevo tipo de cambio que se les ofrecerá a los productores será más fácil de resolver y de liquidar, y que tendrá más que ver con los movimientos financieros a los que el agro está acostumbrado. Y que la compleja fórmula diseñada la semana pasada, pasará a la historia; casi sin registrar liquidaciones sojeras.
El juego de la silla vacía
En síntesis, en poco tiempo, nadie lo recordará y pasará a la historia como el reflejo de un tiempo complejo, en el ritmo de toma de decisiones que tuvo que pasar el Ejecutivo, durante los días de múltiples opiniones sobre qué hacer con la economía, y en momentos en que la falta de coordinación entre el aún vigente albertismo, batallaba con el kirchnerismo.
Eran tiempos de “Halcones” y “Palomas” del oficialismo que buscaban la salida política y financiera más apropiada a las condicionalidades siempre complejas del la coalición gobernante, en los tiempos posteriores a la autoeyección de Martín Guzmán del Palacio de Hacienda.
Es una etapa que quedará en la historia reciente por el fin del conflicto directo y público entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, pero por su reemplazo por un clima de tensión permanente por dos proyectos que no podían convivir.
Luego de meses de no hablarse, el presidente y la vice mantuvieron encuentros para “limar” asperezas.
Una era que probablemente haya sido superada con el advenimiento de Sergio Massa al Gobierno y, quizá, al poder. Con ideas quizá aún más ortodoxas que el albertismo batakista, pero que fruto de la alianza moderna entre la vicepresidenta y el desde ya ex presidente de la cámara de Diputados ahora podrían ser aceptadas (o toleradas) por el kirchnerismo duro. O al menos, por el cercano a la conducción del Senado.
El dólar soja había sido que está a punto de terminar su gestión, apuntaba a que los tenedores de, supuestamente, unos U$S 20.000 millones calculados por el paper presidencial (en realidad menos de U$S 12.000) en silobosas; comiencen su liquidación y le aporte unos U$S 3.000 millones a las reservas del Banco Central para pasar agosto cumpliendo los cheques de la importación de energía y un saldo para mejorar la salida de divisas para importaciones industriales.
Proyecto sobre la mesa
Según las explicaciones oficiales, el esquema funcionaría de la siguiente manera:
– Se habilitan dos instrumentos de inversión para los productores de soja.
– No existiría un tipo de cambio diferencial ni eximiciones de impuestos.
– La liquidación de soja sería al tipo de cambio oficial.
– Con el 30% de esa liquidación se puede comprar dólar solidario, que también sería un valor oficial.
– El 70% restante se debe depositar en una cuenta a la vista que remunera al valor del dólar A3500.
Por la soja que se liquida se sigue obteniendo la misma cantidad de moneda local que hasta ayer. Ese 30% de dólares no queda en poder del productor. Si se queda con el 30% en pesos para comprar dólares;
Se liquida ese 30% a $130 menos retenciones, que implicaría unos $90 por dólar, y se permite comprar a un dólar oficial, más el valor de dólar PAIS de 30%, más retención de 35%, lo que implica unos $223. ES decir, que se liquida la divisa a $90 pesos y se recompra una parte a $223.
Si se liquidan 10 dólares, se obtienen 900 pesos. Y de esos 900 pesos, el 30% implican 270 pesos que pueden luego derivarse a la compra de dólares al valor solidario ($223), unos U$s1,21. Se aclaraba además que:
– No hubo y sigue sin haber un dólar diferenciado.
– Todo es dentro del esquema actual de tipo de cambio.
– Los productores deben vender al dólar oficial, igual que lo vienen haciendo.
– Se les permite que los pesos que se reciban puedan mantenerse en pesos actualizados por el dólar oficial en una cuenta bancaria o comprar con el 30% de esos pesos, al dólar al valor oficial más impuestos y retenciones.
– El régimen de liquidación de granos busca reconocer el valor en divisas que tiene el activo (soja en este caso) y despejar la incertidumbre respecto de una devaluación, que está instalada en los distintos actores económicos;
– Para el Ejecutivo significa la posibilidad de anticipar el ingreso de divisas a la economía, con un saldo económico neutro, ya que maneja el valor del dólar A3500 en el que se podrán constituir los depósitos.
– Por su parte, la AFIP podrá recaudar el impuesto País y la retención a cuenta de Ganancias, en las operaciones de compra de divisas.
En el caso de la posibilidad de Formación de Activos Externos (FAE, compra de divisas) es por 30% del valor en pesos de la venta de granos. Ese monto es el máximo por el que pueden comprar divisas a un precio del denominado dólar solidario. A los valores de hoy, implicaría unos $223.
Incentivos para liquidar
En una venta de $1 millón, podrían adquirir unos 1.350 dólares y realizar un depósito retribuido por dólar oficial por 700.000 pesos;
Se menciona que hoy el productor tiene como alternativa realizar un depósito por el total de la venta en plazo fijo chacarero, que también se actualiza por el dólar A3500. La disponibilidad de esos fondos está condicionada por el plazo al que se realizó. En cambio, ahora pueden realizar el depósito, tener esa remuneración y la disponibilidad inmediata.
Tiene la ventaja de no asumir los riesgos de mantener la cosecha en los campos y poder aprovechar cualquier oportunidad de negocios por la disponibilidad inmediata y automática de los fondos;
Se insiste en que la estructura de este régimen considera prácticas comerciales y de ahorro tradicionales de la actividad,
En definitiva, se liquida la soja al tipo de cambio oficial, con el 30% se puede comprar dólares solidario, y el 70% restante se deposita en una cuenta corriente que remunera al valor dólar A3500.
La intención de publicar nuevamente el mecanismo para liquidar dólares sojeros, se basa en una simple cuestión: guardar el esquema para compararlo en días con el nuevo sistema que se pondrá a disposición del campo (no sólo para los productores de la oleaginosa) para que aceleren la liquidación de sus divisas.
La necesidad de dólares del Gobierno puede más que la ideología. Y que la ingeniería financiera elaborada para el “Dolar Soja”, valor que vive sus últimas horas de gestión, a sólo un día de haber comenzado a operar.
FUENTE MDZOL.COM
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Tras el relevamiento del Departamento de Estudios Sociales y Económicos (DESE) de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) que aseguró que las ventas cayeron casi un 9% durante agosto en Mar del Plata, el presidente del organismo, Blas Taladrid, remarcó que el pasado mes “presentó desafíos significativos para el sector comercial”.
En esta oportunidad, los comercios minoristas señalaron una caída en promedio del 8,8% en unidades físicas constantes, comparado con agosto del 2022.
En este sentido, el 31,9% calificó a las ventas del mes como malas, pésimas para el 7%, regulares para el 32,2%, buenas para el 21,7% y un 7,2% las tildó como muy buenas.
El estudio midió las utilidades obtenidas en este mes en el sector comercial, a lo que los encuestados respondieron que fueron muy buenas solo para el 1,4%, para el 14,5% fueron buenas, regulares para el 40,6%, malas para el 37,7% y pésimas para el 5,8%.
Asimismo, el 33,3% de los comerciantes piensa que sus ventas aumentarán en los próximos seis meses, mientras que el 36,2%, cree que se mantendrán sin variaciones y finalmente el 30,5% piensa en pérdida de ventas.
En relación con sus recursos humanos y la evolución del empleo para el próximo semestre, el 7,2% de los encuestados respondió que aumentará su plantilla, el 2,9% que disminuirá y el 89,9% que la mantendrá como está actualmente, es decir sin despidos ni incorporaciones.
Por otra parte, al considerar las inversiones del bimestre en curso, el 71% explicó que no planea realizar inversiones, frente a un 23,2% que expresó que sí lo hará, en tanto que el 5,8% sostuvo “estar evaluando”.
“Las ventas en el comercio marplatense, que continúan con variaciones interanuales negativas desde hace meses, no escapan de la realidad nacional. Agosto demostró una dinámica propia en cada quincena, donde a la incertidumbre del proceso electoral, la inflación y la falta de productos de la primer quincena, el resultado electoral de las PASO y las medidas económicas, agregaron mayor incertidumbre en la segunda quincena”, aseguró el titular de la UCIP.
Sobre ese mismo punto, agregó: “Se observa en el aumento y la dispersión de precios y acciones propias de cada comercio, y que terminó impactando en los volúmenes de venta con una caída del 8,8%”.
Y en concordancia al comunicado de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Taladrid manifestó: “Agosto presentó desafíos significativos para el sector comercial, que tuvo que adaptarse a una dinámica de precios afectada por impactos generados inicialmente en el mercado paralelo del dólar y posteriormente con la devaluación de la moneda oficial a mediados de mes”.
QUÉ DICE EL INFORME
Según el relevamiento que UCIP presenta cada mes, el 31,9% de los comerciantes encuestados calificó a las ventas como malas, pésimas para el 7%, regulares para el 32,2%, buenas para el 21,7% y un 7,2% las tildó como muy buenas.
También, el 33,3% resaltó que sus ventas aumentarán en los próximos seis meses, mientras que el 36,2% aseguró que se mantendrán sin variaciones y finalmente, el 30,5% siente una pérdida de ventas.
Entre diversos datos aportados, acerca del impacto del bono y el paquete de medidas dispuesto por el decreto 438 del Ejecutivo Nacional, el 71% lo consideró como un aumento de costos.
El dato había circulado durante los últimos días con fuerza de rumor, se consolidó con fuerza durante el fin de semana y salió a la luz, con formato de anuncio oficial, esta tarde tras una reunión que mantuvo el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, y dirigentes gremiales, entre ellos los representantes de sectores que tienen mayores ingresos y serán los principales beneficiados por la medida.
Hasta el momento permanecían exentos de esta carga tributaria los haberes por debajo de 700.870 pesos. La inflación y últimas paritarias habían generado que esas mejoras de ingresos llevaran a sectores de clase media a quedar alcanzados por el tributo.
Massa presentó el proyecto de ley que elimina la cuarta categoría de impuesto a las Ganancias en un acto con los referentes gremiales. Destacó que alcanzará a médicos, docentes y otros que debían resignar ingresos cuando suman un nuevo empleo o hacen una diferencia en los ingresos.
Pidió que las fuerzas de la oposición acompañen esta iniciativa y “acepten que los trabajadores y trabajadoras argentinas no paguen más el impuesto a las Ganancias”.
“Por decreto, vamos a impulsar desde el 1 de octubre un mínimo no imponible de 1.770.000 pesos”, adelantó Massa, y precisó que con esa medida “sólo van a quedar 80 mil gerentes, directores de empresas, jubilados de privilegios o funcionarios de altas empresas” pagando el tributo.
“Tenemos que terminar con la locura del médico que no quiere hacer una guardia más porque la pierde en ganancias“, siguió en su alocución, y adelantó: “Mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario”.
“Mi presidencia va a estar marcada por la recuperación del salario”, afirmó Massa, y dijo que “cuando uno tiene una convicción, tiene que predicar con el ejemplo”.
Esta medida, según detalló, hará que “muchos trabajadores van a tener una mejora de hasta el 21 por ciento” en sus ingresos de bolsillo: “Los trabajadores no pagan más impuesto a las ganancias”.
El monto establecido como mínimo para quedar alcanzado por este tributo se mantendría en principio por los próximos seis meses y se actualizaría a similar ritmo, dos veces al año, según quedaría estipulado por la ley a votar
De acuerdo a un nuevo relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), la canasta básica de alimentos en el Conurbano Bonaerense sufrió un incremento del 27% en agosto; una suba interanual del 167,05%.
Según reveló la entidad, a partir de la encuesta que llevan adelante desde el Índice Barrial de Precios (IBP) en comercios de cercanía de los barrios populares de veinte distritos de esta región de Buenos Aires, una familia de dos personas adultas y dos peques necesitó $139.789,65 para poder cubrir los gastos alimenticios básicos.
Esto representa una suba de $29.710,39 a sus recursos, para adquirir los mismos alimentos indispensables. Por otro lado, ese monto total es mayor que el Salario Mínimo, Vital y Móvil para septiembre, que alcanza los $118.000. Por lo tanto, y a partir de estos números, una familia requiere de más de un sueldo entero solo para poder comer.
Por otro lado, la Canasta Básica Total, que incluye educación, salud, vestido, transporte, tarifas y otros, tuvo un incremento mensual similar de 26,99%, e interanual de 164,67%.
El costo para una familia de cuatro personas, en este aspecto, por primera vez superó en agosto la barrera de los 300 mil pesos: $311.730,92. Estos son $66.254 más que en el séptimo mes del año.
Este informe se dio a conocer en medio de la incertidumbre que hay respecto a los números del IPC que el INDEC confirmará en mediados de septiembre: consultas privadas aseguran que estará por arriba del 10% y que, incluso, podría ser una de las cifras más altas desde la última hiperinflación.
“La única opción realista pasa por tres medidas simples y básicas: desconocimiento de los acuerdos con el FMI, congelamiento de los precios de la canasta básica de alimentos por 12 meses y la aplicación irrestricta de la vigente Ley de Abastecimiento. El “realismo” del gobierno y de la oposición mayoritaria, nos lleva por este tobogán que desembocará en la hiperinflación”, sostuvo la entidad en el documento, en donde se apuntó a “la devaluación del Fondo Monetario Internacional” como la principal responsable.
Los alimentos que más aumentaron en agosto en el Conurbano
Según el nuevo relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), el desglose de los incrementos en los diferentes rubros se dio de siguiente manera:
Carnes
Asado, 1 kilo: de $1.990 a $2.980 – 49,7%
Paleta, 1 kilo: de $1.900 a $2.985 – 57,11%
Carne Picada, 1 kilo: de $1.500 a $2.350 – 56,6%
Carnaza, 1 kilo: de $1.665 a $2.500 – 50,1%
Espinazo, 1 kilo: de $800 a $1.200 – 50%
Nalga, 1 kilo: de $2.200 a $3.500 – 59%
Pescado, 1 kilo: de $1.900 a $2.500 – 31,5%
Pollo, 1 kilo: de $745 a $960 – 28,8%
Almacén
Aceite, 900 mililitros: de $620 a $700 – 12,9%
Arroz, 1 kilo: de $375 a $450 – 20%
Azúcar, 1 kilo: de $690 a $850 – 23,1%
Fideos Guiseros, 500 gramos: de $295 a $330 – 11,8%
Pan Fresco, 1 kilo: de $600 a $750 – 25%
Leche, por litro: de $390 a $450 – 15,3%
Yerba Mate, 500 gramos: de $650 a $790 – 21,5%
Polenta, 1 kilo: de $317 a $382 – 20,4%
Dulce de Batata, 1 kilo: de $850 a $1.000 – 17,5%
Queso cuartirolo, 1 kilo: de $2.000 a $2.500 – 25%
Queso de rallar, 1 kilo: de $7.500 a $8.750 – 16,6%
Manteca, 100 gramos: de $380 a $450 – 18,4%
Salame, 1 kilo: de $3.000 a $3.750 – 25%
Lentejas, 400 gramos: de $389 a $450 – 15,6%
Arvejas, por lata: de $220 a $260 – 18,1%
Verdulería
Tomate, 1 kilo: de $500 a $600 – 20%
Papa, 1 kilo: de $420 a $550 – 30,9%
Acelga, 1 kilo: de $200 a $250 – 24,7%
Naranja, 1 kilo: de $380 a $450 – 18,4%
Zapallo, 1 kilo: de $305 a $330 – 8,2%
Batata, 1 kilo: de $480 a $540 – 12,5%
Banana, 1 kilo: de $450 a $585 – 30%
Mandarina, 1 kilo: de $390 a $450 – 15,3%
Pera, 1 kilo: de $429 a $480 – 11,8%
Huevos, por docena: de $800 a $1.000 – 25%
De esta manera, y considerando los datos registrados, el gasto de esta canasta básica de 33 productos alimenticios ascendió en agosto a $139.789,65. Entre los rubros, Almacén es el más costoso para las familias, y Carnicería fue el que más variación vio en las últimas semanas, con una suba de casi el 50%.
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