“Para mí es la mejor actriz de todos los tiempos” abrió su discurso John Bailey -el Presidente de la Academia de Hollywood- en la Gala que se llevó a cabo esta semana, como un adelanto del cambio de época que está sabiendo interpretar los Oscars. “La nominación de la Senadora Cristina Kirchner marca un antes y un después porque pone en evidencia que estamos decididos a premiar las actuaciones en su conjunto. Antes sólo teníamos en cuenta la performance dramática de una actriz en la pantalla grande y ahora sumamos otros escenarios donde la actuación surge en vivo. Sin ir más lejos, lo que se vio el otro día en el Senado argentino fue soberbio, negando el robo de un país durante 12 años sin que se le moviera un músculo de la cara, no se lo vimos hacer a Meryl Streep nunca en sus 47 años de actuación”.
Cuando aparecieron en escena los cuadernos de las coimas, hubo conjeturas de todo tipo. Los más acérrimos defensores del modelo Nacional y Popular salieron a decir que el chofer hablaba como un trapito de la cancha de Nueva Chicago y escribía como Gabriel García Márquez. Que se trataba de un complot entre el Christine Lagarde y el FBI para ir preparando el terreno ante la inevitable dolarización de la economía, sumado a una catarata de incoherencias en las redes sociales intentando justificar el robo del siglo. Suponiendo por un minuto que se trató de una estrategia maquiavélica de Duran Barba con un vaso de whisky en la mano, enfundado en la bata roja de Sandro, mientras miraba por la ventana y le dictaba a una estudiante de literatura, al parecer surtió efecto. Porque el desfile de arrepentidos que hubo en los pasillos de Comodoro Py en estas últimas semanas parece la cola para ver E.T. el día del estreno.
“Estamos en La Escuelita de la Villa 20 de Lugano, que hoy cumple 20 años y lo festeja con la primera promoción de egresadxs del Plan
Información y privacidad”, tuiteó un delirante Andrés “Cuervo” Larroque, pensando que estamos en el 2015 cuando la impunidad era el sello distintivo de La Cámpora o creyendo que somos unos estúpidos que no podemos ver más allá de la economía actual. Ninguna de las dos cierra. “Me tienen podrido estos delincuentes”, grita el dueño de una famosa confitería ubicada a metros del Congreso de la Nación. “¿Se creen que no nos damos cuenta de lo que hicieron durante los 12 años que manejaron este país como si fuera propio? Mientras desvalijaban la casa repartían migajas a gente que nunca tuvo nada de nada y hoy los defiende a capa y espada. ¿Pueden ser tan cínicos de hacernos creer que los querían? Que no sean hipócritas. Los usaron como todo Gobierno peronista”.
“Vienen por la Patria, hay que defenderla”. Fueron pocas palabras las del dirigente de esa página web llamada La Cámpora, pero suficientes para confirmar que el kirchnerismo es el movimiento más negador que haya dado la política argentina. “Algún día, cuando tomemos conciencia de lo que pasó, esos imberbes serán recordados por haber hecho desaparecer el peronismo. Algo que les agradezco, pero tengo muchos clientes y amigos que los quieren matar a estos arribistas que se quedaron con el manejo de la caja durante casi una década y chocaron el país”, continúa con la misma intensidad el dueño de la confitería. “Vos te pensarás que soy un macrista rabioso y te va a sorprender que no. Lo que quiero es que le vaya bien a este Gobierno porque no nos queda otra. Vivimos apostando al fracaso de todos los presidentes no peronistas, por eso le di mi voto de confianza y se lo seguiré dando a pesar de que la economía está hecha un desastre. Lo novedoso es que por primera vez entendemos de donde parte la crisis. Los cuadernos vienen a ser la respuesta que tanto buscamos”.
Todavía no se entiende si Miguel Ángel Pichetto lo dijo para calmarla, así el discurso de la ex Presidenta no se transformaba en una cadena nacional de 14 horas como a las que no tenía acostumbrados, o si fue un típico acto reflejo peronista para que no le pegara más. En cualquier caso, al jefe del Bloque se le pasó por alto un pequeño detalle: “¿Se puede ser candidato en un país hasta que haya sentencia firme con principio de cosa juzgada porque rige el principio de inocencia?”, acota un reconocido Senador, asiduo habitué de esta emblemática Confitería. Y mientras revuelve su café una y otra vez, se contesta a sí mismo: “En un país normal, obviamente que no, pero en Argentina todo es posible”.
“Escúcheme Doctor, ¿cuándo le van a sacar los fueros a esta mujer así va presa?”, lo increpa el dueño de casa al Senador. “La señora es presa de sus propios actos y de sus palabras. Ir a la cárcel es un trámite que llevará el tiempo que dictamine la justicia. Pero ella ya está presa en el Sur, porque no puede salir de su casa. Acá sólo viene a declarar, le montan un show con gente que la aplaude así no se siente tan sola y listo. Pero es todo verso”.
El rumor se instaló entre los productores de cine argentino hace ya un par de semanas, el que dice que Martin Scorsese contactó a Axel Kuschevatzky para transmitirle su interés en rodar la historia de “esta actriz descomunal” según palabras del director de Taxi Driver, Toro Salvaje y Buenos Muchachos, por citar algunas de sus obras maestras. “Argentina es un país fascinante porque tiene la estructura mafiosa siciliana, combinada con el buen gusto francés, el dominio del sarcasmo inglés y la economía de Namibia. Son como una familia de clase media alta que se resiste a dejar la mansión heredada de los abuelos, ya derruida. Sobreviven por el recuerdo de los buenos tiempos, rodeados de extorsionadores al mejor estilo Bronx de los 80s”, describe con exactitud milimétrica el Director que filmó la mayoría de sus películas con Robert de Niro y Leonardo Di Caprio. “Eso es historia. Si hablamos de actuación con mayúscula, esa es Cristina Kirchner. El resto son novatos”.
Intentamos por todos los medios comunicarnos con el productor de “El secreto de sus ojos” aunque sin suerte. Igualmente, a través de un tercero pudimos enterarnos algo de lo que tiene en mente. “Sólo puedo decirles que el llamado efectivamente existió y que Axel está muy emocionado ya que es un profundo admirador de Scorsese y de su nostálgica mirada acerca de la mafia”. Como somos insistentes, pudimos averiguar más. Parece ser que el proyecto no avanza por una característica innata en las familias mafiosas, que en este país no existe. Nada más y nada menos que la lealtad. “El resto es perfecto. La corrupción está por todas partes, hay muertes dudosas, jueces comprados, policías cómplices, políticos impunes, empresarios dispuestos a todo, pero lo que falta es la lealtad. En este país todos mandan al frente a todos en un minuto con tal de salvarse. Tengo miedo de que termine siendo una historia de matones de medio pelo bien filmada”. Duro Martin. Pero bueno, a veces la verdad duele.
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