La sorpresa que tuvo Amado Boudou en la mañana del viernes fue genuina. Sabía que iba a ir preso, pero equivocó el momento. Estaba convencido de que sería en el 2019, cuando Mauricio Macri fuera por la reelección.
Creía que tenía tiempo suficiente para ordenar su vida personal, y también la judicial, aunque no iba a poder evitar la cárcel por más de dos años.
Por eso estaba tranquilo en su departamento, disfrutando por primera vez de una vida familiar, con su novia Mónica García de la Fuente, embarazada de mellizos, y su suegra.
Según detalla el portal Infobae, hasta había pedido permiso al juez para viajar el 19 de diciembre a México, donde la ex diputada quiere que nazcan los bebés.
Aunque tiene fecha para enero, ella misma tiene pasaje para el 10 de diciembre, ya que tendrá un tipo de parto que suele adelantarse.
Estos son los asuntos de los que hablaba Boudou con sus amigos en la semana previa a su detención. Criticaba al “dúo de las gordas”, como bautizó a Lilita Carrió y Margarita Stolbizer, que “acosan todo el tiempo a la Justicia para que meta presos a los opositores” y se quejaba amargamente de haber caído en desgracia, de no poder caminar libremente por la calle, de estar expuesto al escarnio público.
¿Criticaba al Gobierno? “Sí, claro, decía que en cualquier momento venía una crisis financiera internacional y Macri quedaba culo al norte, sin poder pagar la fenomenal deuda que estaba tomando. Pero, sobre todo, trataba de comprender cómo él había caído tan bajo. Y se convenció de que el origen de sus males tiene un nombre y apellido: Carlos Zannini”, aseguró un amigo.
Contó que ante el ruido que estaba haciendo la causa Ciccone, un día fue hablar con Cristina y le planteó la necesidad de ordenarse judicialmente y tener abogados que pudieran blindarlo.
Relató que la entonces presidente le dijo que no se hiciera problemas, que “el “Chino” (Zannini) se hará cargo de todo”.
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