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Politica

Designan a Claudio Ambrosini como presidente del ENaCom

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Claudio Ambrosini fue designado como presidente del ENaCom. Trabajó junto a Carlos Grosso, Carlos Ruckauf y ahora milita junto a Sergio Massa. Ambrosini ocupó uno de los cargos en el directorio del organismo como representante parlamentario por la minoría del Frente Renovador. En el mismo decreto se nombra a Raúl Gonzalo Quilodrán Llamas y a Gustavo Fernando López como directores del Ente

Ente Nacional de Comunicaciones
Decreto 64/2020
DCTO-2020-64-APN-PTE – Designaciones.
Ciudad de Buenos Aires, 15/01/2020

Visto el artículo 99 inciso 7 de la Constitución Nacional

El Presidente de la Nación Argentina
Decreta:
Artículo 1°.- Dáse por aceptada, a partir del 31 de diciembre de 2019, la renuncia presentada por el señor Claudio Julio Ambrosini (D.N.I. N° 13.656.599) al cargo de Director del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Artículo 2°.- Dáse por designado, a partir del 2 de enero de 2020, al señor Claudio Julio Ambrosini (D.N.I. N° 13.656.599) en el cargo de Presidente del Directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Artículo 3°.- Dáse por designado, a partir del 2 de enero de 2020, al Licenciado D. Raúl Gonzalo Quilodrán Llamas (D.N.I. N° 27.175.143) en el cargo de Director del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Artículo 4°.- Dáse por designado, a partir del 2 de enero de 2020, al Doctor Gustavo Fernando López (D.N.I. N° 12.924.559) en el cargo de Director del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros.

Artículo 5°.- Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese. 
Fernández – Santiago Andrés Cafiero

Publicó la LetraP en 2016:
El operador de todos los peronismos que Massa sentó en un sillón clave del Gobierno
Por: Diego Genoud
Claudio Ambrosini asumió como director del ENaCom, el organismo que creó Macri para sepultar a la Afsca. De Grosso al líder del Frente Renovador, pasando por Ruckauf, perfil de un monje negro.

A través de Claudio Ambrosini podría contarse la historia del peronismo en el último cuarto de siglo. Después de varias postergaciones, el jefe de prensa de Sergio Massa se sentó finalmente en un sillón delEnte Nacional de Comunicaciones (ENaCom)en nombre de la oposición. Ya forma parte del directorio que comanda el macrista publicitario Miguel De Godoy y que integran la radical PRO Silvina Giudici, el ex directivo de Telefé Heber Martínezy el ex asesor de Margarita Stolbizer Alejandro Pereyra.

La designación de Ambrosini es un eslabón más de la rara convivencia entre Massa y Mauricio Macri, pero difiere de otros casos en los que los miembros del Frente Renovador dieron el salto a la administración pública y abandonaron al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. Ambrosini actuará en nombre de Massa y el tiempo dirá si logra influir en la política de comunicación del Gobierno o si asume un rol meramente testimonial. Su nombramiento contó con el aval de dos viejos amigos suyos: De Godoy y el secretario de Comunicación Pública de la Presidencia, Jorge Grecco.

De 58 años, Ambrosini es conocido por los periodistas de política, los productores de televisión y los directivos de medios de comunicación, pero su nombre es intrascendente para los cinco millones de personas que votaron a Massa en las presidenciales de octubre pasado. Vive en el country Highland, juega al tenis tres veces por semana y carga con un stend resultado de un preinfarto. Su historia con la política y el peronismo se remonta hacia los tempranos años noventa, cuando se incorporó a la agencia de comunicación que su cuñado, Alejandro Ferreyra, tenía con Gabriel Hochbaum, otro intrépido operador que con los años llegaría a convertirse en mano derecha de Daniel Vila y José Luis Manzano en el Grupo América.

Ambrosini se había criado en una familia politizada y había estudiado periodismo. Con esas credenciales, le alcanzaba para lanzarse al mar de la comunicación política. La consultora que su cuñado compartía con Hochbaum duró poco, pero el vocero de Massa encontró muy rápido su segunda oportunidad.

Fue en 1991, el año en que Carlos Menem presentaba en sociedad el plan de convertibilidad y buscaba en la economía las bases de su fortaleza política. A Menem no le interesaba la ciudad de Buenos Aires, el territorio en el que el intendente porteño, Carlos Grosso, necesitaba un candidato para pelear las legislativas de ese año. El elegido para testearse en las urnas fue el entonces embajador en Italia, un peronista criado en el sindicato del Seguro que había debutado en política dos décadas atrás como ministro de Trabajo de un gobierno tenebroso, el de María Estela Martínez de Perón. En el arranque de la nueva era, Carlos Ruckauf había sido enviado a Roma por Menem pero extrañaba Buenos Aires. Volvió encantado para encabezar la boleta del PJ.

Ambrosini se había asociado ya en una nueva consultora, Comunica S.A., junto a tres hombres del peronismo comunicacional: Antonio “Tony” Zucco, Eduardo Roust –más tarde, vocero de Alberto Fernández durante el ciclo kirchnerista- yJulio Macchi, por entonces jefe de prensa del PJ de la Capital Federal.

Convocado por Macchi, en poco tiempo Ambrosini se dedicaría a moldear el primer candidato de su vida en los estudios de televisión. Le alumbraría un mundo nuevo: ir a comer fideos los domingos a la noche con Tato Bores, almorzar ante las cámaras con Mirtha Legrand y pasear por programas como el de Susana Giménez, donde la sola sonrisa de Ruckauf bastaba para ganar votos y evitar preguntas.

La campaña no alcanzó para derrotar a Fernando de la Rúa en los comicios, pero sí para debutar como diputado nacional y dar el primer paso de una carrera que sería vertiginosa y explosiva. Un año y medio después, Ruckauf ya era ministro del Interior de Menem y frecuentaba la residencia de Olivos. Ambrosini todavía recuerda que estaba en la Casa Rosada junto al entonces secretario de Legal y Técnica, Carlos Corach, el día en que el edificio de la AMIA voló por los aires y causó 85 muertes. Años más tarde, Corach y Ruckauf serían denunciados por familiares de las víctimas como responsables del encubrimiento del atentado, algo que no impediría que continuaran con roles destacados. Ruckauf fue candidato a vicepresidente de Menem en 1995, tocó la campanita en el Senado y un tiempo después rompió su relación con el riojano para acercarse al otro vértice del poder peronista en aquella era,Eduardo Duhalde. Como antes con Duhalde, a Menem le disgustaba el protagonismo de un vicepresidente que se destacaba por usurparle la residencia de Olivos durante sus viajes al exterior.

Mano durísima. En 1999, vendría la campaña en la provincia de Buenos Aires y una muestra de que Ruckauf quería hacer historia con la chapa desheriff. El candidato peronista le terminó ganando a Graciela Fernández Meijidecon una consigna de época fríamente calculada, que todavía resuena: meter bala a los delincuentes. Casi 15 años después, el renovador Massa adoptaría el manual de Ruckauf como parte de su estrategia de campaña y también llegaría lejos. Hilo conductor ineludible, Ambrosini fue parte de aquella epopeya que resultaría traumática.

Con Macchi como secretario de Medios y Roust como mano derecha conformaban un trípode que se conocía de memoria y se encargaba de la comunicación de la provincia. Ambrosini jugaba al futbol en La Plata los miércoles y tenía un asiento en el helicóptero de la gobernación junto a Ruckauf, el hijo del mandatario, Germán, y su histórico custodio, Adrián Falduto. Las anécdotas que recuerdan el trato preferencial que le daba el gobernador incluyen haber bajado a varios ministros del vuelo para subir a Claudio.

El subsecretario de Medios pagó sus costos personales: un preinfarto lo sorprendió en el año 2000, cuando cruzaba desde la gobernación hacia el despacho del vicegobernador Felipe Solá. En materia de medios y de imagen pública todo daba la sensación de ir bien pero, por abajo, la provincia ardía. Hoy, hasta Ambrosini coincide: Ruckauf era un producto de los medios y tenía limitaciones políticas que resultarían letales. El estallido de 2001 y la fuga instantánea del gobernador sellaron su partida de defunción política. Ruckauf ni siquiera le contó a su círculo íntimo que pensaba renunciar. Fue el popularFabián Doman –entonces agregado de prensa de la embajada argentina en Estados Unidos- el que llamó a Ambrosini desde Washington para advertirle que ahí ya se decía que Ruckauf abandonaba. El político de la sonrisa de oro creyó que huir del sillón que hoy ocupa María Eugenia Vidal hacia el Palacio San Martín para asumir como canciller de Duhalde lo pondría a salvo de la debacle de la clase política. Un error fatal.

En su descargo hay que mencionar que el ex gobernador tenía buen ojo. Los que lo conocieron de cerca afirman que, cuando su carrera expiraba, alumbró a tres jóvenes con proyección: Horacio Rodríguez Larreta, Martín Redrado ySergio Massa. Los tres habían trabajado cerca de él, pero sería el futuro intendente de Tigre el que se llevaría a Ambrosini, el disco rígido de Ruckauf. “Vos protegelo a Massa. Va a ser el presidente de los argentinos”, dicen que le dijo sin precisar la fecha.

Mesa chica. Claudio lleva casi 14 años al lado de Sergio, primero como gerente de Comunicaciones de la Anses en su doble rol de nexo con los medios y firmante de las cartas en las que el organismo respondía las quejas de jubilados que publicaban los diarios. Después, en la intendencia de Tigre, en la jefatura de Gabinete y en el armado del Frente Renovador.

El flamante director de Enacom estaba en la cima de Machu Pichu –escoltando al todavía canciller Ruckauf- cuando recibió el llamado de Massa para que trabajara con él. Se habían conocido tres años atrás, cuando Ambrosini era subsecretario de Medios de la provincia y Massa, un diputado provincial que pedía fondos para su campaña en Tigre.

Para los más distantes, Ambrosini y Massa son inseparables y juegan el mismo partido. Otros ven una relación de afecto y respeto que –para pervivir en el tiempo- precisa de distancia y, sobre todo, de paciencia. En 2014, con el vértigo de una campaña que empezaba a hacerse cuesta arriba, Massa incorporó una camada de periodistas al equipo de prensa que lideraban Ambrosini y Santiago García Vázquez: Daniel Juri, Juan Caruso, Enrique “Quique” Mouján, Ernesto Conti y María Laura Anselmi. Todos cumplieron su función y se fueron en mejores o peores términos.

En la Torre de las Naciones de Tigre, la tensión se hizo manifiesta con una decisión de Massa: relegar al equipo de prensa al piso 12 y quedarse solo en el 19, con un grupo de incondicionales. Aunque conservaba el acceso a las alturas, Ambrosini también debió descender. Pero cuando todos se fueron, él se quedó, junto a García Vázquez. Hoy sigue siendo una pieza fundamental en su construcción política e integra el círculo íntimo del candidato junto conMalena Galmarini y Ezequiel “Kelo” Melaraña, la sombra de Massa.

Su rol no se limita a la relación con los grandes medios ni a la coordinación del operativo frecuente en el cual los hombres del diputado despliegan sus propios micrófonos con el logo de los canales de noticias cada vez que habla el candidato. Ambrosini cultiva una relación personal con parte de la cúpula deClarín, incluidos el director de Relaciones Externas y ahora presidente del directorio, Jorge Rendo, y el gerente de Asuntos Regulatorios, Hernán Verdaguer. También, con el presidente de Telefónica Argentina, Luis Blasco. Son vínculos propios, que nacieron a la par del crecimiento de Massa, pero que lo trascienden.

Ambrosini es más que un jefe de prensa. En el Frente, que tiene su base en Tigre, admiten que en la campaña también se ocupaba de la recaudación de los municipios que aportaban al proselitismo renovador y de tareas domésticas como pagarle al chofer de la municipalidad la pila de tickets que le adeudaban en concepto de peajes.

Las similitudes entre Ruckauf y Massa no se agotan en Ambrosini. El líder del Frente Renovador también contó con el inestimable aporte de los medios de comunicación para convertirse en un político de alcance nacional. El encanto personal de Massa con los periodistas se suma al trabajo de Ambrosini o García Vázquez y -si todo eso fracasa- al infaltable llamado del diputado a los directivos del medio en cuestión. Sigue funcionando.

Como antes Ruckauf, Massa enarboló rápido la bandera de la lucha contra la delincuencia, despotricó contra “chorros y asesinos” y ganó votos subido a la ola de la mano dura que, sin embargo, también tiene su techo. Hay algo más que parece reeditar la historia. La relación de Massa con Macri es comparable a la que Ruckauf estableció con De la Rúa. Funciona como su principal aliado y repite que quiere que le vaya bien pero contiene en sí mismo una amenaza permanente para el Presidente.

La fábula del escorpión y la rana sobrevuela sus cabezas. En Tigre nadie piensa ni desea que Macri termine como De la Rúa. Mucho menos todavía que Massa siga a su manera los pasos del explosivo Ruckauf.

¿Quién es Quilodrán?
Luego de un breve paso como asesor de la Jefatura de Gabinete, el dirigente salteño Gonzalo Quilodrán fue nombrado director del Ente Nacional de Comunicaciones. Hasta ayer Quilodrán trabajaba en el entorno del jefe de Gabinete, desde donde se lo vio junto con otros dirigentes y legisladores salteños gestionando junto a intendentes de nuestra provincia en oficinas del Gobierno nacional.

“Vamos a revisar todos los puntos”
La confianza de Fernández y Cafiero para con el salteño se materializó en la nueva responsabilidad de Quilodrán en el organismo que tiene como misión “promover la plena inclusión digital, la pluralidad de voces, el acceso a la información y conducir el proceso de convergencia tecnológica creando condiciones para garantizar el acceso de todos los argentinos a los servicios de internet, telefonía fija y móvil, radio, postales y televisión”.

El salteño fue nombrado en el directorio de ENaCom junto a Gustavo López, exinterventor del ComFeR y presidente de Forja.
Fuentes: Señales, La LetraP, El Tribuno

Politica

Juntos por el Cambio se quedó con la primera elección municipal de Córdoba con más del 70% de los votos

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Javier Dieminger fue reelecto intendente de La Falda, con más del 71% de los votos. Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales viajaron a Córdoba en un intento para nacionalizar el primer triunfo de Juntos por el Cambio en el calendario electoral 2023.

“Esto consolida el cambio que necesita Córdoba y el país”, dijo Rodríguez Larreta desde el búnker de campaña. Patricia Bullrich celebró por las redes sociales: “Juntos por el Cambio está más unido que nunca en Córdoba y lo demostró este domingo en el Valle de Punilla. ¡Felicitaciones @DiemingerJavier, por tu reelección como intendente de La Falda, y a nuestros candidatos electos! ¡El cambio está en marcha con fuerza en todo el país!”, escribió en Twitter.

“Confío en que el triunfo de Juntos por La Falda en esta elección marque el inicio de un camino para cerrar el tiempo del peronismo en Córdoba, que ha cumplido ya un ciclo. Este es el tiempo de Juntos por el Cambio y en ese marco también el de este radicalismo unido, fuerte, que gestiona y todos los días le da respuestas a las necesidades de la gente y está también en condiciones de hacerse cargo del país”, dijo Morales.

Con una escasa participación, que se acercó al 50% del padrón electoral, la reelección de Dieminger no fue una sorpresa, pero si la abultada diferencia de más de 40 puntos que le sacó a Miguel Maldonado, candidato del Frente de Todos.

Juntos por el Cambio celebró el triunfo, que sorprendió por la amplia diferencia con el Frente de Todos

Si bien durante toda la jornada el triunfo de Dieminger se daba por sentado, lo que terminó sorprendiendo fue la diferencia que le sacó al Frente de Todos, aunque se sabe que Córdoba es territorio hostil para el kirchnerismo.

Tuit de Mario Negri celebrando el triunfo de JxC en La falda (Captura de Twitter/@marioraulnegri).
Tuit de Mario Negri celebrando el triunfo de JxC en La falda (Captura de Twitter/@marioraulnegri).

El intendente reelecto de La Falda contó con el respaldo de todos los presidenciables de Juntos por el Cambio y congregó en su búnker no sólo a Rodríguez Larreta y Morales, si no también a los referentes cordobeses Luis Juez, Rodrigo De Loredo Mario Negri, Soher El Sukaria, Javier Pretto, Pedro Dellarossa Ricardo Agost.

Con 14.265 votantes habilitados y apenas el 51,73% de ese padrón electoral que concurrió a la urnes, Dieminger obtuvo 71,07% de los votos y Maldonado sólo 28.93%. El gobernador de Córdoba, Juan Schairertti no fue con candidato propio a la elección municipal.

Para la sucesión de Schiaretti, Luis Juez (PRO) y Rodrigo De Loredo (Evolución radical) realizaron una encuesta para definir cuál de los dos será el candidato de Juntos por el Cambio. Según comunicaron, el resultado fue un “empate técnico” y ambos dirigentes negocian por estas horas cómo dirimir la candidatura y la alianza opositora extiende la incertidumbre en una provincia clave.

 

TN

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Politica

Alberto Fernández se apoya en la historia de Perón y Alfonsín para preservar su deseo de competir por la reelección

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Alberto Fernández no tiene intenciones de archivar su deseo de batallar por la reelección presidencial, pese las presiones constantes de Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner y sus aliados en la Casa Rosada, la provincia de Buenos Aires, la CGT y los movimientos sociales. El jefe de Estado descarta un putsch palaciego para enterrar sus aspiraciones políticas y aceita su maquinaria interna para competir en las PASO.

El presidente considera que el kirchnerismo es una instancia agotada adentro del Partido Justicialista y que es necesario encontrar una fórmula política que pueda bloquear la repetición de graves errores históricos y causar – a su vez- una nueva expectativa social camino a la votación.

La mirada de Alberto Fernández sobre el destino del kirchnerismo y la próxima etapa institucional está influida por dos libros que son best seller en el mundo político. Uno vinculado a Juan Domingo Perón, y el otro relacionado con Raúl Alfonsín.

Juan Manuel Abal Medina (padre) escribió en primera persona “Conocer a Perón, destierro y regreso”, una crónica personal que desnuda la trama del fin del exilio del General a su muerte en la Argentina.

Tapa del libro Conocer a Perón, escrito por Juan Manuel Abal Medina, que es el primero a la derecha al lado de José Ignacio RucciTapa del libro Conocer a Perón, escrito por Juan Manuel Abal Medina, que es el primero a la derecha al lado de José Ignacio Rucci

Las memorias de Abal Medina impactaron en la perspectiva personal del jefe de Estado y en la dirección de su toma de decisiones. Alberto Fernández estaba desencantado con el Perón de 1973, y el fantástico libro de Abal Medina lo reconcilió con el General. Redescubrió su lado humano, ratificó su mirada crítica sobre Los Montoneros y fortaleció su convicción respecto al final de ciclo de CFK, Máximo Kirchner, La Cámpora y el Instituto Patria.

Abal Medina cuenta que Perón sabía que Los Montoneros habían asesinado a José Ignacio Rucci, secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT) e hijo dilecto del líder partidario. En la página 338 de Conocer a Perón se puede leer: “Tras un silencio, el General pareció recomponerse y me dijo: «Creo que es imposible que estos locos se alineen. Así que hay que extirparlos del movimiento, y eso es lo que voy a hacer. Quería decírselo, porque no lo voy a poner en el compromiso de participar en esta etapa, porque para usted sería muy difícil». Se lo agradecí, y llamó a la señora Isabel para que me acompañara a salir”.

El segundo libro que impregna la mirada de Alberto Fernández sobre la coyuntura y el futuro es “Diario de una temporada en el Quinto Piso”, escrito por Juan Carlos Torre, que fue testigo de la debacle de Raúl Alfonsín y la ofensiva que montó el justicialismo para ganar las elecciones de 1989.

El libro de Torre es imprescindible para entender esa época, en el quinto piso que refiere su título siempre estuvo el despacho del ministro de Economía -por esos años era ocupado por Juan Vital Sourrouille-, y al presidente se lo regaló Cristina para su cumpleaños.

CFK creyó que ese obsequio implicaba una crítica a su gestión presidencial, pero terminó siendo la bitácora de un naufragio que Alberto Fernández no tiene intenciones de repetir.

Tapa del libro Diario de una Temporada en el quinto piso, escrito por Juan Carlos Torre, que fue funcionario del Ministerio de Economía durante la gestión de Juan Vital SourrouilleTapa del libro Diario de una Temporada en el quinto piso, escrito por Juan Carlos Torre, que fue funcionario del Ministerio de Economía durante la gestión de Juan Vital Sourrouille

Hasta la reforma de la Constitución Nacional en 1994, el mandato presidencial duraba seis años y no había reelección. Alfonsín decidió avalar la candidatura de Eduardo Angeloz, que representaba el ala derecha de la Unión Cívica Radical (UCR). Al candidato Angeloz no le importaba el gobierno de Alfonsín, y menos todavía el programa de Sourrouille. Apostaba a un fuerte plan de ajuste para capturar los votos de Alvaro Alsogaray en la intención de recortar las diferencias con Carlos Menem, que marchaba sin obstáculos rumbo a Balcarce 50.

En este contexto político, adonde el candidato oficialista apunta al presidente y a su jefe del Palacio de Hacienda, Torre escribió en la página 498 de su libro: “Desde que fue nominado como candidato (Angeloz) recorre las tribunas prometiendo que, una vez en la presidencia, pondrá cara de perro y usará el lápiz rojo y la tijera para hacer los cortes en el presupuesto nacional que haya que hacer”.

Angeloz forzó la renuncia de Sourrouille -fue sucedido por Juan Carlos Pugliese- y meses más tarde Alfonsín no tuvo otra alternativa que entregar la Casa Rosada antes de tiempo. En lugar de asumir el 10 de diciembre de 1989, Menem juró cinco meses antes -9 de julio- como jefe de Estado.

La minuciosa descripción de la crisis institucional que desató Angeloz con su campaña de hostigamiento a Alfonsín y Sourrouille es tomada como un dogma de fe por Alberto Fernández. El Presidente no quiere repetir la experiencia de Alfonsín con Angeloz, y por eso sostiene su candidatura y rechaza todas las presiones que se ejercen desde el Senado, La Cámpora y el Instituto Patria.

Cristina Fernández a su llegada para recibir el Doctorado Honoris Causa de la universidad nacional de Río Negro, en ViedmaCristina Fernández a su llegada para recibir el Doctorado Honoris Causa de la universidad nacional de Río Negro, en Viedma

El jefe de Estado cree que puede ganar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y que podría llegar a un 35 por ciento del electorado. “Si me gana un candidato de Cristina, le habrá ganado al Presidente. Y si yo le ganó al candidato de Cristina, quedó fortalecido por el triunfo. Entonces hay que ir a las paso. Tenemos que terminar con los candidatos elegidos a dedo. Es la mejor solución para el Frente de Todos”, asegura Alberto Fernández en la intimidad de Olivos.

CFK y Máximo Kirchner no piensan lo mismo. Y pretenden que el asunto quede dirimido en las próximas semanas. Un deseo que no se cumplirá por la explicita resistencia del Presidente.

Abal Medina y Torre -cada con sus propias memorias e idéntica lógica política- describen y explican qué sucede cuando una conflagración interna se desata en un gobierno que es débil y enfrenta una profunda crisis económica. El desenlace fue similar: hubo una tragedia institucional.

Román Lejtman para Infobae

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Policial

Alberto Fernández anunció el envío de fuerzas federales a Rosario: “No permitiremos un solo acto más de impunidad”

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Este martes Alberto Fernández anunció una serie de medidas para “desarticular las organizaciones del crimen” en Rosario, “con el claro propósito de fortalecer la convivencia social y la seguridad democrática”. A través de un mensaje grabado el jefe de Estado dispuso, entre otros aspectos, la movilización de fuerzas de seguridad a la ciudad santafesina y se comprometió a “poner en el centro de la escena la autoridad del Estado para devolverle a la ciudad su vida en comunidad”.

En primer lugar, informó el mandatario, “he dispuesto el refuerzo de las fuerzas federales hasta alcanzar en esta etapa los 1.400 efectivos disponibles para la ciudad de Rosario”. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, “estará mañana mismo en Rosario poniendo en operación este refuerzo”, afirmó el Presidente.

En segundo lugar, siguió el jefe de Estado , “he decidido que el Ejército Argentino a través de su Compañía de Ingenieros participe en la urbanización de barrios populares acelerando tareas pendientes de ejecución que son muy necesarias”.

“Son las Fuerzas Armadas de nuestra democracia y del mismo modo ejemplar con el que actuaron en la pandemia y en los incendios, irán ahora con la misma honestidad, destreza y convicción en socorro de una ciudadanía que las necesitan”, remarcó en ese sentido.

Además, este miércoles el gobernador Omar Perotti “firmará con la Unidad de Información Financiera (UIF) el convenio para instalar una delegación ahí en Rosario. De esta manera buscamos tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos derivados, entre otras causas, del narcotráfico”, indicó.

Para abordar esta problemática, “también firmamos con la provincia de Santa Fe el convenio de colaboración y cooperación técnica del Renaper que permitirá validar las identidades a través del sistema de identificación segura, con rapidez y celeridad en los operativos de seguridad”, destacó.

Asimismo, “sumaremos rápidamente 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial de última generación para la ciudad de Rosario”, anunció Fernández.

Por último, el sistema carcelario extremará la custodia “contra los reclusos que han sido condenados y pretenden desde la misma cárcel seguir controlando sus objetivos criminales”, sostuvo el mandatario.

En el comienzo de su discurso, Fernández reconoció que “la lucha contra el crimen organizado, a pesar de los esfuerzos realizados, no ha alcanzado los resultados que esperábamos”, aunque advirtió en ese sentido que este tipo de organizaciones “no se desarrollan de un día para el otro, requiere tiempo para tomar territorios, reclutar sicarios, cooptar voluntades en la fuerza de seguridad, la justicia y también en la política, que es lo que garantiza su desarrollo, su expansión y fundamentalmente su impunidad”.

“Los hechos y las imágenes de los últimos días dan cuenta de hasta dónde son capaces de llegar con sus ilícitos propósitos”, analizó el mandatario. “Entiendo que Rosario nos necesita y se que sus fuerzas de seguridad son insuficientes para enfrentar la solución del problema”, observó Fernández, quien conversó en los últimos días con el gobernador Omar Perotti y con el intendente Pablo Javkin, quienes le “ofrecieron su mirada y expresaron sus necesidades para enfrentar de fondo un problema que se ha desarrollado a lo largo de muchos años”.

“Estamos tomando decisiones contundentes, no me tiembla el pulso en combatir el crimen organizado. A quien resulte implicado con esas organizaciones siendo que lo haga activa o pasivamente le caerá todo el peso de la ley. No aceptamos mezquindades ni especulaciones políticas”, subrayó el Presidente.

Rosario, “cuna de la cultura, de las ciencias y de las artes no merece vivir en la zozobra. La manipulación informativa con el propósito de desgaste institucional y el juego político que hacen algunos para sacar provecho de esta situación solo merecen el repudio democrático”, añadió, sobre la utilización electoral que hicieron varios referentes de la oposición.

“Vamos a hacer que Rosario recupere el orden y así su vida social, en libertad y con seguridad. Pero sobre todo vamos a hacer justicia. Se lo debemos a las víctimas de las mafias y se lo debemos a los hijos de esa ciudad. No permitiremos un solo acto más de impunidad”, afirmó sobre el impacto de las propuestas en marcha, detallan desde P/12.

Y concluyó: “Trabajamos por una seguridad coordinada, por una seguridad federal, preventiva e integral para todos y para todas. (…) Rosario es mucho más que los problemas que atraviesa y sabemos que va a salir adelante. Ninguna organización criminal ni red mafiosa puede contra la fuerza de un pueblo unido en defensa de su tierra y de su vida en comunidad”.

 

Infoveloz

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