El Gobierno de Maduro impuso un férreo aislamiento hace dos semanas. La mayor parte de los venezolanos no tiene recursos para afrontar la emergencia
Un grupo de vecinos del barrio de Petare. En vídeo, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, lee una carta de Maduro pidiendo apoyo internacional ante la “persecución” de EE UU. (FOTO: ANDREA HERNÁNDEZ | VÍDEO: EFE)
Hasta hace dos semanas, Gerson Hernández sacaba una mesa frente a su casa en el barrio El Cementerio en Caracas y vendía cuadernos y útiles escolares. Con el coronavirus y la suspensión de las clases cambió de ramo. Ahora vende mortadelas y lo hace desde el interior. Pese a los gritos que da desde su casa para ofrecer el nuevo producto, el frenazo que ha impuesto la cuarentena decretada en todo el país, ha abierto un agujero en sus finanzas. Antes de que la vida cambiara para todos, cuando la Covid-19 era un problema solo de China, cada semana podía ganar siete millones de bolívares, menos de 100 dólares (93 euros), que le alcanzaban para alimentar a su esposa y sus dos hijas. Esta semana los ingresos no llegan a los 25 dólares (23 euros).
Hernández tiene 55 años. Con unos estudios universitarios a medias, ha vivido toda la vida en la economía informal, de la que depende más del 60% de los venezolanos y a la que se han sumado incluso los trabajadores del sector público, cuyos bajos salarios los obligan a buscar nuevas fuentes de ingresos. Ha estado quebrado varias veces y ha vuelto a estabilizarse para vivir al día. Un tiempo aspiró a tener una tienda propia, pero no pudo; sabe lo que es esperar sin nada en el bolsillo a que las ventas reproduzcan el dinero gastado en mercancía, como hizo la misma semana que detectaron los primeros casos y él estaba en Cúcuta buscando provisiones para el negocio; dice que hace magia. “Con dos cuadernos que venda compro un pan”. Ahora ve el panorama oscuro. “La cosa no parece fácil, por lo que se ha visto en otros países yo creo que esto va a ser para rato, pero fui a Catia hace tres días y eso está normal, el comercio tiene mucho movimiento, y la gente, sin tapabocas”, dice preocupado. Él consiguió cuatro mascarillas regaladas para su familia para pasar la epidemia.
Las policías han impuesto un control estricto sobre la cuarentena en los sectores de clase media de Caracas, donde las calles han permanecido desoladas. Solo los supermercados y las panaderías reúnen gente, en filas con un metro de separación entre cada persona y todos con guantes y tapabocas, como ordenó Nicolás Maduro. Pero en varias zonas populares de la capital, aun con restricciones, el día a día se impone al distanciamiento social y allí las calles llegan a ser el hervidero de gente de siempre, con mascarillas de todo tipo. Estos días se han visto escenas como la de un funcionario de policía con un megáfono en la redoma de Petare enfrentando la indiferencia de un mar de personas a las que les pedía volver a sus casas “por la salud de todos”. El viernes hubo protestas en el barrio de Catia cuando intentaron desalojar a cientos de comerciantes informales que vendían productos sobre manteles en la calle.
Un vehículo de la policía local rocía con hipoclorito de sodio una calle de Caracas.ANDREA HERNÁNDEZ
Sin gasolina no hay comida
Para muchos venezolanos no es posible hacer una compra de alimentos para guardar. Los datos presentados en febrero por el Programa Mundial de Alimentos revelan que el 8% de la población venezolana (2,3 millones de personas) está en situación de inseguridad alimentaria grave, “principalmente como resultado de los altos precios de los alimentos”. El estudio refleja que otros siete millones están en situación de inseguridad alimentaria moderada. A principios de este mes, la FAO alertó de que Venezuela y Haití son los únicos países de América Latina que necesitan asistencia alimentaria exterior.
A Yonathan Torres le preocupa que la comida se acabe. Trabaja como mototaxista en La Vega, un barrio al oeste de Caracas. Lleva dos semanas resguardado, en cumplimiento de la cuarentena. Sus ingresos semanales llegaban a 100 dólares (93 euros). Con unos ahorros se aprovisionó de comida. “Con esto aguanto hasta que termine la cuarentena el 13 de abril, luego me va a tocar trabajar. Esperemos que no se extienda y que no se agrave. Me preocupa la comida, la gasolina no está llegando y si eso sigue así, no va a haber más comida”, dice el joven de 26 años, que vive con su esposa, hija y suegro.
La restricción del combustible para sectores prioritarios —trabajadores sanitarios, de seguridad, militares y transporte de alimentos— ha sido una medida inédita que se ha aplicado en una Venezuela petrolera que debe importar gasolina para el consumo interno, seriamente afectado por la caída de la producción, el colapso de la industria petrolera por la mala gestión y las sanciones económicas. En otros países en cuarentena el combustible se acumula por la paralización, en Venezuela las reservas parecen haber llegado al límite.
Un hombre espera poder recargar su tanque de gas en la avenida Lebrún de Caracas.ANDREA HERNÁNDEZ
El sector agrícola ha advertido esta semana de que los productores no tienen acceso al combustible y que la distribución de las cosechas está comprometida y, por ende, el frágil abastecimiento. “Algunas ya se están perdiendo”, dijo Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro en la sesión virtual que tuvo el Parlamento esta semana. En el monitoreo de servicios durante la crisis que está haciendo la Asamblea Nacional se señala que para esta semana el suministro de combustible no llegó al 1% de las estaciones del país.
“Venezuela está parada desde hace mucho tiempo, luego de seis años de contracción del PIB. La cuarentena al final es una sobreactuación del Gobierno para disimular que estamos parados porque no hay gasolina, porque no hay actividad económica, no tanto por el virus, y que en el marco de la recesión mundial va a ser peor. ¿Qué economía del mundo va a estar preocupándose de la economía de un país cuyos jefes ahora están buscados por la justicia?”, opina el sociólogo Luis Pedro España, director de Ratio, una agencia de análisis de la Universidad Católica Andrés Bello.
El coronavirus avanza en Venezuela con 113 contagios confirmados y dos muertes en dos semanas. El espectro de los afectados por las medidas de confinamiento para frenarlo va más allá del grueso grupo de trabajadores por cuenta propia a los que Maduro prometió ―para cuatro millones de ellos— un bono de 350.000 bolívares (unos cuatro dólares, 3,7 euros), que alcanzan para un kilo de carne, que también ha entregado a los que poseen el llamado carnet de la patria. Mariana Hernández —ni Gerson ni Yonathan— no aplica para ese grupo. Ella se graduó en diciembre en la Universidad Central de Venezuela y empezó este año a trabajar como psicóloga clínica. Con 16 pacientes que veía en un centro médico privado podían mantenerse ella y su madre, profesora jubilada. Ahora está cerrado el edificio donde trabajaba y, como han hecho otros profesionales médicos, ha intentado pasarse a las consultas online, con poco éxito. “Veo personas mayores, que no manejan la herramienta y para quienes no es cómodo hablar desde sus casas. Yo vivo de mis consultas y me preocupa mucho que esto se extienda más allá porque veo mis ingresos muy reducidos. Con mis ahorros solo tengo para dos meses de comida”.
La capa de hielo de Groenlandia se ha estado derritiendo a un ritmo acelerado en las últimas décadas, lo que puede haber resultado en un aumento del nivel del mar de 1,4 mm al año.
El Glaciar 79° Norte (Nioghalvfjerdsbrae, 79NG) es uno de los tres glaciares que quedan con una lengua flotante en Groenlandia y es el foco de un nuevo estudio informado en The Cryosphere por su declive debido a los efectos del cambio climático.
Ole Zeising del Instituto Alfred Wegener en el Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina, de Alemania, y sus colaboradores han utilizado una combinación de sensores remotos, mediciones aéreas y a nivel del suelo para determinar que esta lengua de hielo se ha adelgazado un 42 % desde 1998, perdiendo un promedio de 38 metros de espesor de hielo desde 2018. Los científicos atribuyen esto al aumento de la temperatura del océano que trae corrientes más cálidas al área y provoca un mayor derretimiento y retroceso de los glaciares.
La investigación desde 2010 ha utilizado un radar aerotransportado para generar imágenes de la superficie y la estructura interna del glaciar, y ha encontrado que un canal subglacial de 500 metros de alto y 1 kilómetro de ancho lo ha erosionado en la base debido a la entrada de agua cálida intermedia del Atlántico, que es una masa de agua salina que se origina en ese océano que fluye a una profundidad de 500 a 1000 metros, a una temperatura superior a 1 °C. Este ingreso del Atlántico lleva agua salada densa a la base del glaciar, donde fluye hacia la cavidad y calienta el hielo circundante, provocando el derretimiento.
Mientras persista el cambio climático, “nuestras capas de hielo continuarán derritiéndose y las regiones polares serán cada vez más susceptibles a los efectos de los océanos más cálidos, con una serie de consecuencias para la naturaleza que llama a estos entornos su hogar”, concluyó el experto
El producido del deshielo luego fluye más hacia la cavidad subglacial e intensifica el derretimiento de la base del glaciar, lo que también ha resultado en la formación de nuevos canales distributarios que se extienden río arriba por debajo, lo que aumenta aún más el derretimiento. Se ha observado un espesor de columna de agua que alcanza los 140 metros para estas dos masas de agua en la cavidad.
Un fenómeno autodestructivo
El derretimiento subglacial ha dado como resultado que la superficie total del glaciar se reduzca en 7,6 metros por año y que el agua de deshielo fluya a un ritmo rápido de 150 metros por año, predominantemente en verano, reduciéndose a casi cero durante los meses restantes. En un lugar en particular, la superficie del glaciar ha bajado ~57 metros desde 2010. Solo quedan 190 metros de hielo sobre este canal subglacial, que es el 30 % del espesor del hielo circundante, lo que lo hace susceptible de derretirse por encima y por debajo.
El estudio también sugirió que las tasas y los volúmenes mejorados de agua de deshielo surjan del aumento del derretimiento del glaciar en el verano, en línea con las temperaturas atmosféricas más cálidas del calentamiento global. De hecho, los investigadores descubrieron que la temperatura estuvo por encima de los 0 °C el 50 % del tiempo en 70 km del glaciar desde 2005, lo que aumentó el derretimiento de la superficie en verano. Se han formado grietas notables en el frente de desprendimiento del glaciar que pueden ser un precursor indicativo de la desintegración y exacerbarán el retroceso del glaciar.
El producido del deshielo luego fluye más hacia la cavidad subglacial e intensifica el derretimiento de la base del glaciar
Zeising señaló que estudios previos hasta 2014 “encontraron que el glaciar había retrocedido un 30 % desde 1999, por lo que la disminución del 42 % hasta el presente no sugiere una aceleración del derretimiento en los últimos años. Sin embargo, esto no significa que el calentamiento continuo a lo largo del siglo y los efectos de la retroalimentación del albedo del hielo [capacidad de reflejar la radiación solar] no cambiarán este curso”. Ese fenómeno funciona derritiendo el hielo blanco exponiendo más de la tierra oscura a la radiación solar entrante del sol.
Por lo tanto, más de ella es absorbida por la tierra en lugar de ser reflejada hacia el espacio, causando el derretimiento de la nieve vecina, lo que expone más superficie oscura y así continúa el ciclo. “Una buena analogía de este fenómeno es pensar en usar ropa negra en verano, que mantiene más abrigado en comparación con la ropa blanca, que ayuda a reflejar el calor y a mantener temperaturas más frescas”, explicó el especialista.
Sin embargo, mientras persista el cambio climático, “nuestras capas de hielo continuarán derritiéndose y las regiones polares serán cada vez más susceptibles a los efectos de los océanos más cálidos, con una serie de consecuencias para la naturaleza que llama a estos entornos su hogar”, concluyó.
El equipo de trabajo de este estudio se completó con Niklas Neckel, Nils Dörr, Veit Helm, Daniel Steinhage, Ralph Timmermann y Angelika Humbert.
Yevgueny Prigozhin acusó a los jefes militares del Kremlin de “condenar a una muerte inútil” a sus milicianos y dijo que el 10 de mayo dejarán de combatir
El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, amenazó hoy con retirar el próximo miércoles sus unidades de la ciudad ucraniana de Bakhmut, en la región oriental de Donetsk, debido a la falta de munición y el gran número de bajas en sus filas.
En un vídeo publicado en su Telegram, Prigozhin declaró “en nombre de los combatientes de Wagner y de su comandancia que el 10 de mayo de 2023 estaremos obligados a entregar las posiciones en la ciudad de Bakhmut a las unidades del Ministerio de Defensa y a reubicar a los combatientes en la retaguardia para lamernos las heridas”.
“Retiro las unidades del Grupo Wagner de Bakhmut porque con la falta de municiones están condenados a una muerte inútil”, recalcó dirigiéndose “al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, al comandante en jefe, Vladímir Putin, y al pueblo de Rusia”.
Prigozhin aseguró que los mercenarios solo cuentan con el 10 % de la munición que necesitan.
“Pido al jefe del Estado Mayor del Ejército autorizar el traspaso de las posiciones que ocupa Wagner en la localidad de Bakhmut a unidades del Ejército ruso y comunicar la fecha en la que nos van a relevar en estas posiciones”, agregó el jefe de Wagner.
Prigozhin aseguró que está preparado para recibir críticas por su decisión.
“Habrá listillos que digan que había que quedarse más tiempo en Bakhmut. Pero los que quieran criticar algo que vengan a Bakhmut, bienvenidos”, agregó y destacó que sus combatientes llevan ya nueves meses en este frente.
Subrayó que, a día de hoy, de los 45 kilómetros cuadrados que ocupa la urbe quedan por conquistar 2,5 kilómetros cuadrados.
“Al no darnos munición no nos priváis de la victoria a nosotros, priváis de la victoria a Rusia”, proclamó.
El fundador del grupo de mercenarios privados de Wagner, Yevgeny Prigozhin, hace una declaración junto a los combatientes de Wagner en un lugar no revelado en el transcurso del conflicto entre Rusia y Ucrania, en esta imagen fija tomada de un video publicado el 5 de mayo de 2023. Servicio de prensa de “Concord” /Folleto a través de REUTERS
“Tendríamos que tomar Bakhmut para el 9 de mayo (Día de la Victoria de la URSS sobre la Alemania nazi), pero desde el 1 de mayo los burócratas castrenses nos impiden el acceso a casi todo tipo de proyectiles de artillería”, agregó.
Con todo, aseguró que después de “lamerse las heridas” el grupo paramilitar estará dispuesto a “defender nuevamente la Patria”.
“El pueblo ruso puede contar con nosotros”, concluyó.
Ya esta madrugada Prigozhin publicó un vídeo en el que arremete con insultos que fueron censurados con pitidos por su equipo a Shoigú y Guerásimov, y muestra una hilera de cadáveres de wagneritas tendidos en el suelo.
Exigió el suministro inmediato de municiones para las tropas en el frente.
Aseguró que las bajas serían cinco veces menos si las unidades de Wagner recibieran la debida cantidad de munición.
Anteriormente, Prigozhin ya había denunciado que sus unidades pierden cerca de 100 hombres en Bajmut a diario debido a la falta de munición.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rehusó en su rueda de prensa diaria comentar la amenaza del jefe de Wagner y remitió al Ministerio de Defensa.
El Kremlin declina pronunciarse
Desde Moscú han declinado pronunciarse sobre los planes del Grupo Wagner parar retirarse y sobre las críticas vertidas por el jefe del grupo de mercenarios.
“Por supuesto, hemos visto (el comunicado de Prighozin) en los medios, pero no puedo hacer comentarios porque es algo que afecta a la operación militar especial”, ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según ha informado el diario ruso ‘Izvestia’.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. REUTERS/Evgenia Novozhenina
La retirada de los mercenarios del Grupo Wagner de la zona podría provocar un colapso del frente ruso en Bakhmut, lo que tendrá un importante impacto en toda la línea de combates en la región, en un momento en el que Ucrania ha asegurado que está ultimando una contraofensiva.
La ciudad, situada en la provincia de Donetsk, lleva meses en disputa y, según expertos militares, la defensa ucraniana ha ido perdiendo terreno hasta atrincherarse en una pequeña porción en el oeste de la ciudad, después de que las tropas rusas y los mercenarios del Grupo Wagner tomaran su práctica totalidad.
FUENTE INFOBAE
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Yevgeny Prigozhin reconoció en un comunicado que Ucrania es un “Estado completamente nacionalista y la principal tarea de Rusia en el futuro debería ser establecerse y atrincherarse firmemente en los territorios ocupados”
El jefe del grupo de mercenarios Wagner le pidió a Vladimir Putin declarar el fin de la guerra en Ucrania. (AP)
El jefe del grupo mercenario ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, le pidió a Vladimir Putin declarar el fin de los ataques en territorio ucraniano y “atrincherarse firmemente” en las zonas ocupadas, así lo dio a conocer mediante un comunicado publicado en su cuenta en Telegram.
“La opción ideal sería anunciar el fin del conflicto, informar a todos que Rusia ha logrado los resultados previstos y, en cierto sentido, realmente los hemos logrado”, indicó Prigozhin en el texto recogido por The Kyiv Independent.
“Hemos puesto en tierra a una gran cantidad de soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania y podemos informarnos a nosotros mismos que nuestra tarea ha sido completada”, dijo el jefe del grupo paramilitar ruso.
“Rusia cortó el Mar de Azov y una gran parte del Mar Negro, se apoderó de una gran parte del territorio ucraniano y creó un corredor terrestre hacia Crimea. Ahora solo queda una cosa: hacerse un hueco firme y arañar esos territorios que ya existen”, agregó.
Prigozhin reconoció en su comunicado que Ucrania es un “Estado completamente nacionalista y la principal tarea de Rusia en el futuro debería ser establecerse y atrincherarse firmemente en los territorios ocupados”.
El grupo Wagner, controlado por Vladimir Putin, ha estado ayudando al ejército ruso a intentar capturar la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, durante los últimos nueve meses, mientras Moscú intenta consolidar su control sobre la totalidad del óblast de Donetsk, según información del citado medio ucraniano.
Yevgeny Prigozhin reconoció en un comunicado que Ucrania es un “Estado completamente nacionalista y la principal tarea de Rusia en el futuro debería ser establecerse y atrincherarse firmemente en los territorios ocupados”.
En medio de una nueva muestra de las divisiones entre los altos mandos militares rusos, el Grupo Wagnervolvió a desmentir al ejército de Vladimir Putin que afirmó este jueves que tiene bloqueadas a las tropas ucranianas atrincheradas en Bakhmut, y aseguró que las fuerzas de Kiev continúan resistiendo en la ciudad epicentro desde hace meses de feroces combates.
Yevgeny Prigozhin indicó que era “prematuro” hablar de cerco completo de la localidad.
Bakhmut, que tenía 70.000 habitantes antes de la guerra, es escenario de feroces combates desde hace meses y se ha convertido en un símbolo de lucha entre rusos y ucranianos para controlar la región industrial del Donbás, en el este.
“Les tropas aerotransportadas rusas apoyan en los flancos a las tropas de asalto de Wagner, bloqueando el envío de reservas del ejército ucraniano a la ciudad y la posibilidad de retirada de las unidades del enemigo” de Bakhmut, indicó el ministerio ruso de Defensa en su informe diario.
Entretanto, el ex combatiente de Wagner Andréi Medvédev, quien huyó a Noruega, confirmó que el grupo paramilitar ruso fue el encargado de decapitar al militar ucraniano tras identificar las voces en el video que muestra la ejecución y cuya autenticidad se está investigando.
El ex combatiente de Wagner Andréi Medvédev, quien huyó a Noruega, confirmó que el grupo paramilitar ruso fue el encargado de decapitar al militar ucraniano tras identificar las voces en el video que muestra la ejecución y cuya autenticidad se está investigando.
“Reconoció las voces de sus colegas en una grabación de video”, aseguró el fundador de la organización Gulagu.net, Vladímir Osechkin, en su canal de Telegram, donde publicó un fragmento de su intervención en el programa Jodorkovski Live.
Según este activista de los derechos humanos, que vive en el exilio, el ex mercenario “identifica inequívocamente a sus colegas allí, los combatientes de Wagner por sus sobrenombres característicos, por la forma en que hablan, por lo que expresan por radio” durante la decapitación del soldado ucraniano.
Osechkin anunció una recompensa de 3.000 euros por informaciones sobre las personas que aparecen en el video.
(Con información de EFE)
FUENTE : INFOBAE
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