La compra de la vacuna Sputnik al gobierno que encabeza Vladimir Putin amenaza con convertirse en un escándalo de proporciones que puede dañar hasta lo inimaginable la imagen de Alberto Fernández y su gobierno.
Impulsado por el turbio Ministro de Salud Ginés González García, con un viejo historial en eso de aparecer pegado a maniobras sospechosas en la compra de medicamentos y con sólidos intereses compartidos con algún laboratorio nacional, el presidente llevó adelante una operación que ahora, tras tantas marchas y contramarchas con respecto a la fecha de inicio del proceso de vacunación y la cantidad de unidades que llegarán al país, enfrenta un nuevo e impensado escollo que convierte al negocio en impresentable: el propio presidente de la Federación Rusa informa que no es aconsejable su aplicación a mayores de 60 años ya que no está demostrado que no tenga efectos secundarios graves en esa franja etárea.
Pero la cosa no queda ahí, lo que de por sí sería suficiente para interpelar a las autoridades nacionales y exigirles una explicación de lo que ocurrió. Putin adelantó que Rusia baraja presentar una vacuna «light», más sencilla, de menor protección inmunológica y eficacia (85%), pero más fácil de producir y en la que será necesaria una sola dosis, y no dos, como con las actualmente existentes.
Por su parte, Alexánder Guíntsburg, director del Centro Gamaleya, dijo que “la ‘vacuna light’ contra el covid-19 no será efectiva por mucho tiempo, pero permitirá prevenir casos fatales graves”.
Entiéndase bien: en vez de una vacuna capaz de generar los anticuerpos necesarios para evitar el contagio se trataría de un fuerte antiviral que disminuiría la fuerza de la enfermedad y con ello el riesgo de muerte. Lo que no está nada mal…pero no es lo mismo.
Y lo más graves es que esa versión «B» de la discutida Sputnik “puede dirigirse principalmente a los mercados externos donde se registran fuertes focos epidemiológicos» según anunció el propio presidente ruso.
Por lo tanto hoy la pregunta ya no es solamente cuando llegará Sputnik a la Argentina sino que Sputnik será la que termine llegando. ¿La primera versión o la light?…¿¿la vacuna o el fuerte antiviral?.
Algo huele muy mal en torno a este anuncio y el olor putrefacto se hace aún más fuerte cuando desde el gobierno anuncian que el plan pensado para suplantar un posible fracaso de esta operación es el de recurrir a la compra de varios millones de unidades de la vacuna china. Con menos controles y más cuestionamientos que la Sputnik…
Lo dicho…alguien está abusando del vodka o el desprecio por la vida de los argentinos, la corrupción y/o la impericia están por encima de cualquier nivel tolerable aún para un país acostumbrado a soportarlo todo.
Y que no tiene vacuna contra esos males
LIBRE EXPRESION