La titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, quien pasó por alto las denuncias de las cuentas offshore de Mauricio Macri, exhibió su enojo tras la resolución del juez federal Sebastián Casanello de no incluir a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el juicio oral por la causa de “La ruta del dinero K”.
Casanello elevó anteayer a juicio oral la causa contra el empresario Lázaro Báez y sus hijos (Martin Antonio, Leandro Antonio, Luciana Sabrina y Melin) además de Federico Elaskar, Leonardo Fariña, Fabián Rossi, Jorge Checo y el contador Daniel Pérez Gadin.
Alonso se opuso a la decisión del juez de no incluir a Cristina y no descartó la idea de llevar al magistrado ante el Consejo de la Magistratura.
Este año, el Consejo de la Magistratura ya se convirtió en moneda corriente, llegando a destituir al camarista Eduardo Freiler y buscando repetir esta operación con el juez Daniel Rafecas.
En diálogo con Radio Mitre, Alonso contó que “El juez Casanello hace ya varios meses se viene resistiendo a los pedidos de indagatoria sucesivos que hemos hecho la Oficina Anticorrupción, Unidad de Información Financiera (UIF)y el propio fiscal de la causa, el doctor Marijuan, para que indague a Cristina Kirchner. Incluso la Cámara Federal le dijo, en una resolución, al juez Casanello, que debía vincular la causa de ‘la ruta del dinero K’, el lavado de dinero Lázaro Báez con la causa de la obra pública, que es por la que está procesada Cristina Kirchner como jefa de asociación ilícita. Ha habido todo este tiempo una resistencia sistemática a indagar a Cristina Kirchner”.
Incluso, se mostró enfadada al mencionar que “El juez parece vivir dentro de un tubo. Cualquiera que conoce lo último que se ha dicho en los últimos tres años respecto de todas estas causas judiciales se da cuenta que hay una conexión directa entre Lázaro Báez, los Kirchner, el dinero de la obra pública, el lavado de dinero y las cuentas en Suiza”.
Además, Alonso alega que ya tienen el veredicto de la causa agregando que “no tenemos ninguna duda que los 60 millones de dólares lavados por Lázaro Báez y que los 46 mil millones de pesos recibidos por la obra pública desviados por el Ministerio de Planificación eran de la familia Kirchner. Simple y sencillamente, Lázaro Báez es un testaferro, intermediario de la familia Kirchner. Si el juez no quiere ver esto, que lo vemos todos, será un problema que el juez va a tener que explicar ante las autoridades y ante el Consejo de la Magistratura en algún momento. Si efectivamente esta causa se eleva a juicio, y si en este juicio o en el otro juicio de la obra pública, se llega a comprobar esta conexión de la que estamos convencidos, deberá explicar el juez ante el Consejo de la Magistratura”.
Por último aseguró que “la Oficina Anticorrupción se presentó ante la Cámara Federal con un recurso de queja para que de alguna forma se expida sobre esta situación, y en todo caso, que obligue al juez a hacer esta indagatoria”.
Ahora, si se quiere lo más importante, ¿Por qué Casanello debe llamar a indagatoria a CFK?
Según indica el portal Tribuna de Periodistas, la causa conocida como “Hotesur”, en la cual se investiga a la ex presidenta y a su familia por presunto lavado de dinero por medio de uno de sus hoteles, contiene elementos importantes.
Existe una desmesurada cantidad de información muy valiosa sobre dicha causa, la cual se encuentra archivada en cientos de cajas armadas a raíz de 30 allanamientos ordenados por el juez Claudio Bonadío en el 2015 y que se supone, agravaría colosalmente la situación procesal de la hoy senadora de Unidad Ciudadana.
Además de información contable y documentación cruzada entre Cristina, Báez y Cristóbal López, se halló una computadora que contendría “contabilidad paralela” de las empresas manejadas por Lázaro.
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