Aníbal Ibarra informó ayer de modo sorpresivo que dejará la defensa de Cristina Kirchner, un cargo en el que duró apenas unos días, al argumentar que se desató una “operación” en su contra.
Sin embargo, según detalla el portal La Política Online, detrás de la renuncia hay una feroz interna entre La Cámpora y Oscar Parrilli.
En la organización de Máximo Kirchner apuntan contra Parrilli por haber contratado al ex jefe de gobierno, que ya se desempeñaba como su defensor junto a Roberto Boico en la causa del Memorándum.
Parrilli habría convencido a la ex Presidenta de que Ibarra asuma en su defensa en la causa que fue enviada a juicio oral y público por presunto encubrimiento de la investigación del atentado a la AMIA.
Circulan distintas versiones de por qué Cristina aceptó la propuesta. Una indica que se había atrasado en un pago a sus abogados -que hasta entonces eran Alejandro Rúa y Graciana Peñafort- y que tras un conflicto por los honorarios Parrilli le sugirió que compartan la defensa.
La otra versión cuenta que Cristina ya veía con buenos ojos que Parrilli fuera el único no procesado en la causa y aceptó la propuesta de contratar a sus abogados.
Lo cierto es que la decisión de Cristina -no consultada con La Cámpora- desató la furia en la interna, ya que el kirchnerismo duro está desde hace años enemistado con Ibarra. La bronca fue aún mayor por la buena relación que mantienen con Peñafort, que incluso sonaba en 2017 como candidata a diputada en la Ciudad.
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