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LNB : Ladrón de mi cerebro

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Por batallador, por corajudo, Peñarol nunca se dio por vencido. Fue dominado gran parte del juego y no cambió su cabeza. Esperó la oportunidad y no la desaprovechó, después de levantar dos cierres (83 iguales en tiempo regular y 94 en el primer suple) superó a Quilmes 101-105 en otro clásico de novela.

El juego se eaparía muy pronto de la tabla de los entrenadores. Tanto Javier Bianchelli como Leo Gutiérrez habían soñado con un juego controlado, un poco más amarrete de lo normal para estar bien parado, pero se abrió el juego con el tiro rápido que tomó Quilmes en ataque y que confundió a Peñarol.

Ortíz lo sacó de paseo a un lento Todd Brown que dejaba muchos espacios y el escolta quilmeño metió 10 de los primeros 12 puntos de su equipo para un parcial 12-2 que desarticuló el libreto de Leo Gutiérrez. El técnico de Peñarol les pedía paciencia a los suyos y la reacción llegó de la mano del gesto individual con Gianella – Gorosterrazú y Brown (12-9)

Cuando Víctor Fernández se hizo presente con el triple (15-9) el escolta foráneo de Peñarol se hizo cargo de todo para darle a su equipo una lluvia de tres triples seguidos para dar vuelta la taba (17-18) y poner arriba al “milrayitas”.

Los tiros que tomó Brown fueron siempre tras su propio pique. Armó sus espacios y jugó todo uno contra uno por arriba de la marca a cancha abierta evitando la doble marca. Su puntería hizo el resto.

El ingreso de Essengue por las dos faltas de Vassirani le trajo algunas soluciones en el poste a Quilmes mientras que el recambio del base por base (Juani Marcos por Gianella) le permitió a Peñarol atacar muy vertical desde el la posición del uno. El empate en 25 llegó como un justo denominador de los primeros 10 minutos.

El trámite del segundo cuarto no cambio. Y de hecho los intérpretes fueron los mismos, ya que Lucas Ortíz siguió anotando con consistencia aprovechando esta vez que Gorosterrazu se pegaba más a su marca y decidía penetrar.

Víctor Fernández movió bien los hilos del equipo cervecero y Ortíz (11 en el primer cuarto y 9 en el segundo) no podía ser frenado. A su lado tampoco hubo mucha compañía más que el propio Fernández (10) y algo de Essengue (8).

Por Peñarol después del recital del primer cuarto de Brown (15) apareció Juani Marcos para dar una mano importantísima en ofensiva (12 puntos) con el tiro abierto (2/3 en triples y 2/2 en dobles). Nico Gianella (8 puntos con 4/4 en dobles) completaba el tridente con que el milrayitas atacaba desde el perímetro.

Desde la salida de Tintorelli que Peñarol no puede encontrar su faro en el poste bajo y le cuesta mucho que la pelota circule en el set play, por eso tuvo muchas más soluciones con sus bases atacando el aro.

En un juego de ofensivas abiertas y poca defensa el segundo cuarto fue un empate en 27 y el extraño primer tiempo terminó en tablas en 52. Si sirve como dato para graficar la calidad de anotaciones y cómo llegaban los puntos Peñarol tuvo solo 4 asistencias mientras Quilmes sumo 13 en todo el primer tiempo.

El segundo tiempo y todo lo que vendría después ya fue un partido más esperable. Los equipos recuperaron la memoria para mostrarse como conjuntos batalladores, peleadores, pero no lujosos. Y todo el complemento fue una verdadera batalla.

Leo Gutiérrez bancó al equipo titular con Gorosterrazu como alero y Brown de dos y sus cambios fueron ortodoxos: salió Gianella y entró Marcos, salió Arn y entró Lauria. Peñarol estaba con el freno de mano puesto.

Había logrado un mejor control del pase entre línea de Quilmes desarmando un poco los sistemas que disfruta el cervecero. En Quilmes Juane De la Fuente dio una mano en ofensiva, y con muy poco se mantuvo al frente casi todo el cuarto, pero Peñarol lo cerró mejor con Brown jugando de pasador y una bomba de Nico Lauría para ganar el parcial 15-16 y entrar al último cuarto arriba por uno: 67-68.

El tramo final del partido fue continuidad del tercer cuarto. Ambos equipos muy trabados en la ofensiva y con varios tiros lanzados que ni siquiera tocaron el aro. Essengue anotó en el poste y Ortíz siguió burlando a sus defensores para que Quilmes recupere rápidamente el control.

De hecho el cervecero había perdido un rato el dominio del juego pero sobre el último cuarto siguió jugando más natural. Por el contrario Peñarol cuando quiso ser prolijo fue ineficaz, y solo fue punzante cuando atacó en el plano más individual.

Leo se vio obligado a jugar con el tándem Juani Marcos-Gianella para tener más control y pase y la apuesta salió bien. Cuando restaba 6:19 llegaron los primeros puntos de Peñarol en el cuarto gentileza de Lucas Arn con una corajeada del ala pivote yendo fuerte para el aro.

Arn detectó la ventaja sobre Maciel, sabiéndose el jugador de Peñarol más rápido, lo atacó desde el perímetro decidido anotando 6 puntos en fila para llevar el empate en 74 a falta de 4:30.

De todos modos Quilmes nunca perdió el ritmo y con un triple de Bolivar y puntos de Ortiz llegó a los 80 segundos finales arriba por cuatro (80-76).

Y allí comenzó el karma del cervecero y la serie de resurrecciones de Peñarol. Las malas decisiones de cierre no fueron patrimonio de nadie en Quilmes pero dejaron en evidencia que no hubo un base con autoridad para hacerse cargo de la pelota, extrañando a Lucho Tantos, desgarrado. Bolivar apresuró un par de tiros y Peñarol no lo perdonó. Ortíz erró un libre (83-81) y con 5 segundos Gianella anotó el doble del empate en 83.

Como en toda la noche, el base platense perforó la defensa rival sin que todo Quilmes pueda encontrar soluciones a esa penetración.

Final tiempo regular (83-83)

En el primer suplementario fue otra vez el cervecero quien se asentó más rápido al juego con Essengue lastimando en el poste bajo, ya sea con faltas y tiros libres o acciones directas de pick and roll. Lucas Ortíz seguía sumando y su equipo se puso 93-88 a falta de 1:45.

Luego la secuencia de cierre siempre termina siendo un cuento de Federico Fellini, con situaciones inverosímiles. Víctor Fernández erra un tiro cómodo y su propio rebote ofensivo y del otro lado erra nada menos que Gianella pero del rebote ofensivo de Marcos llegó el doble de Lauria (93-90).

Luego Bolivar falla de tres y en la contra Brown sale disparado a bandeja con 23 segundos y Juane de la Fuente comente un pecado de juventud al pararlo muy rápido con falta buscando recuperar el balón. El escolta foráneo mete los dos (93-92) a falta de 23 segundos.

En la reposición de fondo de cancha Quilmes no pudo ponerle la bola a Ortiz y fue para Bolivar que recibió la falta. Mateo erró el primero y metió el segundo (94-92) permitiéndole a su rival la posibilidad de empatar con un doble, chance que por su puesto Gianella no dejó pasar. Una vez más el base de Peñarol entró “gambeteando” en la defensa y anotó la bandeja volada.

El cierre de los 6 segundos restantes fueron un papelón de los árbitros que hicieron todo lo posible para que el espectáculo pierda brillo (y no dirigieron bien). Lo cierto fue que el cervecero perdió el balón y Juani Marco casi lo gana con el recupero y triple.

Final 1er suplementario (94-94)

El segundo suplementario a pesar de la baja de Lucas Arn por cinco faltas y casi todo los jugadores titulares cargado con 4, Peñarol se asentó mejor, agazapado y al acecho, esperando su oportunidad, finalmente le llegó y a diferencia de Quilmes no la dejó escapar.

Si bien triples de Bolivar y Ortíz le dieron al ventaja al cervecero (101-100) Lucas Gorosterrazu jugó un segundo suplementario perfecto y Juani Marcos también. Quilmes dejó de jugador en equipo y buscó el triple salvador que nunca llegó perdiendo no solo la fisonomía de equipo que había mostrado, sino también el partido.

La tozudez de Peñarol y el coraje de jugar momentos cumbres sin fallar (sobre todo Gianella) lo depositó en un nuevo final feliz, que nunca por repetido deja de ser el más importante del año.

Quedará para el análisis largo y más fino las formas de la conquista. Peñarol hizo 105 puntos con solo 10 asistencias en total. Tuvo 16 pérdidas (que no son muchas) pero solo dos recuperos y dependió hasta el hartazgo del tridente de media cancha. Pero sus hinchas bien saben que el clásico más vale ganarlo como sea y luego se analizará el próximo juego. Porque de eso se trata esta locura pasional que nos regalan Quilmes y Peñarol.

Final Quilmes 101 – Peñarol 105 2do suplementario

Crónica. @pablotosal – Pick&Roll
Fotos: Demian Schleider /Liga Nacional

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Histórico reconocimiento: el predio de la AFA en Ezeiza se llamará “Lionel Messi”

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El fútbol argentino vivió este sábado un día histórico cuando Claudio Tapia, presidente de la AFA, anunció en un evento que contó con la presencia de los futbolistas campeones del mundo en Qatar, pero también de exjugadores de la Selección, de capitanes, entrenadores de los clubes argentinos y de jugadoras de fútbol femenino que el complejo habitacional del predio de Ezeiza se llamará Lionel Messi.

“Hemos logrado que en cualquier lugar del mundo haya un argentino jugando al fútbol, representándonos. Hoy es un día especial para nuestra casa, es uno de los días más importantes. Quiero agradecer que nos estén acompañando dirigentes, jugadores y jugadoras de la Liga. En el 2017 nos tocó asumir y refundar el fútbol argentino, y dentro de los que nos tocó refundar estaba lo edilicio, la gestión. Nos encontramos con este muerto que no estaba cerrado. Había varios proyectos dando vueltas y no sabíamos para qué servía. Hoy sí sabemos”, dio inicio Claudio Tapia

“Empezamos con el cerramiento interno, tenemos comprado casi todo para empezar a cerrar la parte interna del edificio. Tendrá tres pisos de hotelería, un centro de capacitación de alto rendimiento, con toda la medicina, salas de recuperación húmedas y secas, un auditorio y será la casa de todas nuestras selecciones. Es propicio que todos destapemos hoy la piedra fundacional. No solo es la inauguración de este proyecto sino que este complejo a partir de hoy llevará un nuevo nombre: Lionel Andrés Messi”, explicó el presidente de la AFA.

Luego fue el turno de Lionel Messi, quien también estuvo acompañado por el entrenador Lionel Scaloni y todo el plantel, de tomar el micrófono para agradecer el homenaje que le rindieron.

“No era fácil juntar a todos, más en estos momentos, con gente que viene de afuera y jugadores que representan a todo el país y ex compañeros. Quiero agradecerle al Chiqui por este reconocimiento. Es algo muy emocionante. Hace casi 20 años que vengo a este predio y desde el primer día sentí una energía muy especial. Este lugar es sensacional. Hasta el día de hoy siento algo especial, inclusive en los peores momentos”, sostuvo el astro argentino.

“Tuve momentos duros, pero era entrar acá y olvidarme de todo. Era llegar y sentir felicidad por estar en este lugar. Lo sigo sintiendo. Hoy me siento muy feliz de que lleve mi nombre. Soy de los que piensan que los homenajes se tienen que hacer en vida, y creo que este es un reconocimiento muy especial por lo que significa este predio y por la cantidad de jugadores que pasan. Pasar por acá y saber que se va a llamar Lionel Andrés Messi es algo muy lindo”, esbozó “La Pulga”.

Por su parte, Tapia concluyó: “Quiero agradecer a los dirigentes para que el complejo habitacional lleve el nombre de Lionel Andres Messi. Creo que es el mejor homenaje para el mejor jugador del mundo. Quiero pedirles a los jugadores, jugadoras y dirigentes que tratemos de hacer un fútbol mejor”.

El capitán del combinado nacional, que además es el jugador que más veces vistió la camiseta albiceleste y el máximo artillero, con 99 goles, también vivió un reencuentro con varios de sus ex compañeros del Mundial 2014. Quienes formaron parte de ese plantel que disputó el certamen en Brasil fueron citados desde las 9.30 en Ezeiza para participar del evento.

La mayoría de ellos fueron parte de este momento único, aunque no todos pudieron estar ya que algunos (como el Kun Agüero) están en el exterior. Entre los que dijeron presenten se destacan Fernando Gago y Martín Demichelis, quienes actualmente son entrenadores de Racing y River Plate, respectivamente.

Los únicos dos de aquella generación que forman parte de la “Scaloneta” son el propio Messi y Ángel Di María, al tiempo que Sergio Romero, Mariano Andújar, Marcos Rojo, Enzo Pérez, Federico Fernández y Lucas Biglia, son los que siguen en actividad.

Vale mencionar que la Selección, que el jueves venció a Panamá en un amistoso en el Monumental, tuvo un amistoso informal ante River Plate el viernes en Ezeiza, en el que sumaron minutos los jugadores que no lo habían hecho el día anterior. Además, el lunes el plantel de Lionel Scaloni viajará hacia Asunción para el sorteo de la Copa Libertadores, por invitación de la Conmebol y ese mismo día volará más tarde hacia Santiago del Estero. Allí deberá enfrentar a Curazao el martes por el amistoso que se celebrará en el Estadio Madres de Ciudades.

Fuente: Infobae.

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Lionel Messi, el imán de una fiesta que resultó perfecta, gol 800, devoción, emoción y la Copa del Mundo en el firmamento

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Está parado en el medio del estadio Monumental y su mirada se va al infinito, se humedece, se nubla, se llena de recuerdos, resopla para que no se le escape una lágrima, le brota la felicidad, se ríe, vuelve a reírse y no deja de hacerlo. Sí, justo ahí donde en alguna oportunidad sufrió porque se lo miraba con recelo. Ironías del destino, caprichos de la pelota, histerias de estas tierras… Se detiene en los que están a su lado, busca alguna mirada en los que lo acompañaron en la gesta y ellos, sus compañeros incondicionales, los que se consagraron, pero también lo consagraron a él, también se suben a un viaje encantador.

Mientras tanto se derriten las tribunas en devoción, se bañan de amor, del verdadero, del que también es irracional, porque muchos que hoy los veneran también supieron estallar de bronca porque sintieron que no los correspondían con resultados. Pero la gloria del Mundial Qatar 2022 quitó la sal de las heridas de 36 años, sanó noches y noches de insomnio, de rabietas, de angustias y frustraciones. Por eso Lionel Messiel capitán, el estandarte se comporta como un nene, se permite ser el pibe de Rosario, el que hacía garabatos en el aire por ser campeón del mundo con la selección. Y después de tanto intentarlo, la quinta fue la vencida y la noche del Monumental fue la escena perfecta para una historia de esas que serán eternas.

Nervios, ansiedades, festejos, bromas y risas. Así pasaron todos las horas previas a pisar el césped de la cancha. Y fue Messi el más inquieto, intenso y obsesionado por saber cómo iba a ser la celebración, esa que soñó para él y para los “pibes”, como le gusta decirles a sus “hermanos de camiseta”. Por eso resultó lógica su emoción cuando salió a moverse antes del partido, así como la de Dibu Martínez, el otro gran héroe en Qatar. Porque los hinchas le ofrendaron su admiración al “arquero del pueblo” y hasta le pidieron que bailara durante el calentamiento. Entonces él respondió al pedido y la ovación se multiplicó. Y verlos completamente conmovidos resultó un efecto contagio imposible de soslayar. Porque en ese marco festivo, cientos de nenes que estaban en el Monumental lloraron por tener a los campeones del mundo ahí nomás, en suelo argentino. Y ellos, los futbolistas quedaron bañados en lágrimas por lo que les ofrecieron desde las tribunas. Las imágenes del propio Dibu y de Lionel Scaloni resultaron la síntesis más exacta.

Todos los rituales intactos, cada paso se respetó. Por eso estalló el estadio cuando Rodrigo De Paul y Leandro Paredes salieron a la cancha mientras tocaba “la T y la M”. Sucedió que los dos campeones del mundo replicaron la ceremonia de los siete encuentros en Qatar: salir a comer caramelos en la mitad de la cancha antes de cada partido y charlar antes de los movimientos precompetitivos. Para esta cita faltó Alejandro Papu Gómez, que está lesionado, pero se les sumaron Lautaro Martínez, Germán Pezzella y Marcos Acuña. Todo fue perfecto y hasta se dieron el lujo de sumarse a los gritos desde la tribuna, porque cuando la gente comenzó con “el que no salta es un inglés”, De Paul y Paredes no dudaron ni un segundo en saltar en el medio de la cancha y guardarse el momento en sus teléfonos móviles.

“Que de la mano, de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar”, tronó en más de una oportunidad en el Monumental. Y la caricia suave y delicada sobre el rostro del capitán argentino es la que siempre deseó, tanto como consagrarse campeón del mundo. Por eso, con sus primeros movimientos dentro de la cancha ahogó de emoción a los 83 mil hinchas que estaban en las tribunas. Y se supo que hasta se molestó cuando se enteró que mucha gente fue estafada porque les vendieron entradas falsas, se quedaron afuera de la gran fiesta y hasta se generaron algunos disturbios que tuvieron que ser controlados por la policía.

Besó a sus hijos Thiago, a Mateo y a Ciro, también a su compañera de toda la vida, Antonela; todos los campeones compartieron con sus parejas e hijos, porque querían que estuviesen cerca, que se sintiesen parte, ya que entienden los campeones del mundo que ellos, sus familia, también son factores vitales de la conquista, porque soportaron y soportaron cuando las cosas no eran tan dulces. Entonces, creyeron que la noche del Monumental debía ser para todos.

El partido, contra un rival de muchísima menor jerarquía, también fue una excusa para rendirle homenaje a los campeones y lógicamente que fue una buena escena para que Messi pudiese coronar la jornada soñada con la conquista de su gol 800. Todos lo entendieron, los que estaban en las tribunas y especialmente los que estaban adentro de la cancha porque la mayoría de los ataque del seleccionado argentino pretendía buscar al capitán para que pudiese alcanzar una nueva marca en su carrera.

Apenas pasaron un puñado de minutos cuando explotó todo, porque Messi sacó un zurdazo de tiro libre que reventó el ángulo del arco de José Guerra y, si bien la jugada sola valía la admiración, la gente demostró toda la necesidad que tiene de decirle gracias. Porque los aplausos que bajaron por una acción que no terminó en gol, resultó igual de impactante que si lo hubiese logrado.

Solo reverencias, no existe otro lenguaje para estos jugadores. Porque si bien le costó marcarle a Panamá, el juego fue lo menos importante para los fanáticos. Por eso, cuando Lionel Scaloni, en los primeros minutos del segundo tiempo determinó que dejen la cancha Ángel Di María y Enzo Fernández, la cancha fue un estruendo de gratitud para dos pieza vitales de la coronación en Qatar.

Y como se trató de la noche en la que la comunión debía ser plena, Messi se guardó todo para el final. Intentó de tiro libre, dos dieron en el travesaño, otros dos los desvió Guerra, uno se le fue muy por encima y en el sexto, castigó: acomodó la pelota y de zurda dibujó la parábola perfecta para darle a la gente lo que vino a buscar. Su gol, el 800 en su carrera, en el lugar que debía, porque si bien lo buscó hace unos días en París, con PSG, pero no se le dio, quizá que haya sido acá, con su gente, le ofreció el guiño que pretendía para esta nueva marca maravillosa.

Ni el más experimentado de los escritores del género fantástico pudieron haber imaginado una historia semejante con un protagonista tan dominante, como Messi, con actores de la talla de Dibu Martínez, Ángel Di María, Julián Álvarez, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández… y hasta un autor intelectual como Lionel Scaloni. Por eso cuando el capitán volvió a estar rodeado de sus compañeros, acarició la Copa, la miró, se enamoró otra vez y la puso en lo más alto, sólo fue necesario que todos los que estaban en el Monumental hicieran reverencias ante su majestad. “Disfrutemos de la tercera estrella”, dijo y conquistó. Gracias campeones.

 

Diego Morini para La Nacion

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Emiliano Dibu Martínez fue elegido como el mejor arquero del mundo

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El marplatense ganó la terna en los premios The Best, entregados este lunes en París.

El marplatense Emiliano Dibu Martínez fue elegido este lunes como el mejor arquero del mundo, al ganar la terna que compartía con el belga Thibaut Courtois, arquero del Real Madrid, y el marroquí Yassine Bounou.

El arquero fue determinante en la consagración de la Selección Argentina como campeona del mundo en Qatar 2022, fue el más votado en una elección que la FIFA hace a través del voto de entrenadores y capitanes de todos los seleccionados afilados al ente que rige los destinos del fútbol mundial.

El actual arquero del Aston Villa inglés agarró la titularidad en la Selección Argentina en la previa de la Copa América que Messi y compañia terminaron ganando en el mismísimo Maracaná de Río Janeiro. Y no la largó más.

Desde entonces es puntal del equipo y, junto a Ángel Di María, uno de los más queridos por el público argentino por detrás claro de la figura estelar de Messi.

Dibu Martinez es el primer arquero argentino que logra este premio que la FIFA comenzó a otorgar en 2017 para los guardavallas.

 

Todos los ganadores del premio al mejor arquero

 

Año      Ganador      Segundo                   Tercero
2017     G.Buffon         M.Neuer                  K.Navas
2018    T.Courtois       H.Lloris                   K.Schmeichel
2019    A.Becker          M.Ter Stegen         E.Moraes
2020   M.Neuer          A.Becker                  J.Oblak
2021    É.Mendy         G.Donnarumma     M.Neuer
2022   E.Martínez       T.Courtois              Y.Bounou

FUENTE : LA CAPITAL MDP

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