El ahora ex senador presentó en su momento un plan para dividir la provincia de Buenos Aires en cinco nuevas jurisdicciones. Mar del Plata sería capital de una de ellas.
El planteo de Bullrich propone crear cinco nuevas provincias, partir en dos al conurbano y además sancionar dos nuevos municipios con la fragmentación de La Matanza, el partido más poblado del país con más de dos millones de habitantes.
Las nuevas provincias estarían dentro del actual territorio bonaerense y tendrían como capitales a Mar del Plata, San Nicolás, Bahía Blanca, Luján y La Plata, actual capital de la Provincia. Según los autores del proyecto, requiere la aprobación de la Legislatura.
El Congreso de la Nación debería luego aceptar a las nuevas provincias, tal cual establece el artículo 13 de la Constitución, lo que a su vez cambiaría la composición del Senado de la Nación, dado que a partir de la reforma de 1994 cada provincia elige tres senadores cada ocho años, por lo que se sumarían otros 12 senadores del actual territorio bonaerense y pasaría de 72 a 84 senadores.
La propuesta de las nuevas cinco provincias establece una Provincia de Buenos Aires del Norte, con capital en San Nicolás; otra Provincia de Buenos Aires del Sur, con capital en Bahía Blanca; otra Provincia de Buenos Aires Atlántica, con la capital en Mar del Plata.
Mientras que las dos nuevas provincias que contienen al conurbano son Provincia de Luján, con capital en la ciudad de Luján; y Provincia del Río de la Plata, que se quedaría con la actual capital provincial de La Plata.
-Mar del Plata capital de Buenos Aires Atlántica-
Otra provincia que se crearía con la división sería la provincia, Buenos Aires Atlántica, tendría algo más de 1,2 millones habitantes y con Mar del Plata, dentro del Partido de General Pueyrredón, sería la capital. «Identificada por el turismo y la pesca así como por su riqueza agropecuaria, ganadera, tecnológica e industrial», remarcan.
Incluiría los municipios de La Costa, Chascomús, Balcarce, General Alvarado, Villa Gesell, Saladillo, Pinamar, Dolores, Mar Chiquita, Las Flores, Monte, Ayacucho, General Madariaga, Magdalena, General Belgrano, Rauch, General Paz, General Alvear, Maipú, Punta Indio, Tapalqué, Castelli, Lezama, General Lavalle, Pila, General Guido y Tordillo.
El proyecto, volcado en el libro «Una nueva Buenos Aires» que lleva la firma del propio Bullrich junto a Enrique Morad, abogado y profesor de ciencias políticas; y Jorge Colina, el economista que preside el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, fue presentado en un acto que contó con representantes de todo el arco político, lo que estaría anunciando la posibilidad de que comenzase a ser debatido rápidamente.
La situación de la provincia, que concentra casi la mitad de la población argentina en menos de una cuarta parte de su territorio, es desde hace mucho tiempo uno de los puntos de conflicto más relevantes de la realidad argentina. El hecho de que el destino político del país se dirima en su territorio, cada vez más necesitado de la millonaria asistencia del tesoro nacional para contener los focos de pobreza y la falta de productividad, aparece como un a línea divisoria entre la Argentina productiva del interior y la sociedad urbana, mal entendida y parasitaria, que poco a poco se convierte en una carga para el resto de los habitantes del país y también para los de las zonas productivas bonaerenses.
Tal es así que el 72% de los ingresos fiscales bonaerenses son destinados a financiar una vasta red social que no representa incremento alguno en la riqueza común y el PBI.
Ya durante el gobierno de Carlos Saúl Menem se había presentado un proyecto de regionalización que buscaba dividir a la Argentina en seis grandes zonas. Noroeste, Noreste, Centro, Buenos Aires Norte (que comprendía la actual CABA y varios partidos del conurbano), Buenos Aires Sur (en la que estaba incluida Mar del Plata) y Patagónica.
El destino de aquella reforma estaba dirigido sobre todo a achicar el costo político e institucional del país, ya que quedarían tan solo seis poderes ejecutivos, seis legislaturas, seis administraciones de justicia, seis sistemas de salud, seis policías provinciales y todo así.
El tema fue desechado y, hasta la aparición de la propuesta de Esteban Bullrich, nunca se volvió a retomar.
Tal vez este sea un buen momento para debatir una reforma que, aún no siendo la propuesta, aparece a todas luces como necesaria si aceptamos que hoy nuestro país tiene la producción y el desarrollo puestos al servicio de políticas presumiblemente sociales pero que en realidad nos condenan al incremento imparable de la pobreza.
Y vaya si Buenos Aires tiene responsabilidad en que ello sea así…
FIUENTE : LIBRE EXPRESION
Noticiasxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros
canalxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros
Caprica.org.ar no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros