El proyecto de ley para facilitar el registro de cuentas de argentinos en Estados Unidos no declaradas e identificadas a partir del acuerdo de intercambio de información con ese país, con la expectativa de conseguir respaldo de una parte de la oposición para sancionarlo en febrero.
“Vamos a enviar el proyecto en los próximos días y aspiramos a tratarlo en extraordinarias”, anunció el ministro en declaraciones radiales.
El objetivo es incentivar la declaración de los titulares de cuentas detectadas a cambios de beneficios fiscales y exenciones judiciales, que permitirán una recaudación por multas y un aumento de la base tributaria.
Pero es necesaria una ley y las negociaciones por ahora son por vía informal.
En Juntos por el Cambio no hay una posición unificada. La UCR anticipó su rechazo, pero en el PRO esperan la letra fina y sus socios creen que podrían ceder. “Si tiene alícuotas parecidas al blanqueo de 2016, los macristas podrían acompañar. Pero antes necesitan algo para mostrar”, se sinceró un referente radical que participa de las negociaciones intramuros.
Presionados por Macri, el PRO mantiene una línea de acción en el Congreso que consiste en rechazar leyes que signifiquen mayor gasto y ser cautos con las que puedan generar ingresos. Por caso, durante el debate del presupuesto no votaron la continuidad de las retenciones a las exportaciones, pero no propusieron su eliminación sino una baja de sólo 3 puntos las retenciones de soja. No prosperó.
Una alternativa que se barajó en las reuniones de JxC fue avalar el blanqueo fue pedir una rebaja de las alícuotas del impuesto sobre los bienes personales a los valores de 2017, pero finalmente la descartaron. El dato alentador para Massa es que el principal frente opositor no emitió un comunicado en contra del convenio con Estados Unidos y del anuncio de una ley de blanqueo.
El ministro mantiene charlas informales con quienes hasta hace poco fueron sus colegas, pero aún así descartó un debate legislativo antes de fin de año. Quedará para la reanudación de la actividad parlamentaria, que difícilmente sea antes de febrero. Requiere un pedido expreso al Congreso del presidente Alberto Fernández.
El plan no cambió: impulsar una ley para facilitar la exteriorización de fondos no declarados que surjan con el intercambio de información fiscal acordado con Estados Unidos. En Economía calculan que puede haber hasta 100 mil millones de dólares sin registrarse en la AFIP.
Al saberse descubiertos, sus titulares tendrían la opción de delatarse antes, pagar menos costas y no afrontar juicios. Y el gobierno se beneficiaría del cobrar rápido, sin esperar los tiempos tribunalicios.
“Los datos nos llevarían a un proceso de judicialización de cada una de las situaciones. Por eso se establece previamente al momento de la entrega de la información la posibilidad de que voluntariamente esos ciudadanos informen a la AFIP su situación con castigos menores a los que prevé la ley”, explicó Massa.
La UCR anticipó su rechazo a un blanqueo, pero el PRO espera la letra fina para opinar. Massa mantiene negociaciones informales y pateó el debate legislativo para febrero. Si no avanza, promete sanciones penales para los evasores registrados.
Cuando presentó el acuerdo con Estados Unidos, el ministro instruyó a su sucesora Cecilia Moreau y al jefe del oficialismo Germán Martínez convocar a las comisiones para iniciar el debate de un blanqueo.
La idea original era utilizar el proyecto del senador oficialista Oscar Parrilli aprobado en la Cámara alta y cajoneado en Diputados, que establece multas de entre 20 y el 35% para quien declare fondos en el exterior o hasta el 50% si son descubiertos por la AFIP.
La iniciativa del neuquino prevé como destino de la recaudación la cancelación de los 44 mil millones de dólares al FMI. Las cuentan dan: según registros del Banco Mundial, hay hasta 350 mil millones de dólares de argentinos no declarados por el mundo.
Pero para que hubiera un incentivo a regularizar los fondos en el exterior, Parrilli presentó otra ley que levanta el secreto bancario y nunca fue tratada por resistencia del Banco Central.
Con la información de cuentas y activos de argentinos en Estados Unidos Massa encontró un incentivo, pero prefiere un proyecto de ley propio para facilitar las negociaciones con la oposición.
Por caso, ningún bloque está dispuesto a acompañar la incorporación del informante que tiene el proyecto de Parrilli, para premiar a quien delate cuentas no registradas que conozca. Podrían surgir muchos conflictos familiares.
“Leí por ahí que yo necesitaba una ley. No es así: la necesitan quienes se encuentran en una situación irregular frente a la AFIP, para que no tengan una litigiosidad frente al fisco argentino”, aclaró Massa.
El borrador que circuló y se empezó a negociar con la oposición contempla una rebaja impositiva para declarar bienes en el exterior y asignaciones específicas con lo recaudado.
Establece una alícuota diferencial hasta el 31 de marzo, que se duplica al 1 de junio y se cuadruplica hasta el 30 de septiembre. Además, se incrementa cuando no existe repatriación de los bienes.
Se entiende como tal cuando el monto ingresado al país en concepto de tenencia en moneda extranjera y los importes generados por los activos financieros representen como mínimo un porcentaje a determinar por la reglamentación del valor total de los bienes en el exterior que se declaren.
Además de la rebaja de alícuotas, los evasores alcanzados tendrán otros beneficios si declaran sus bienes como la exención de cargos civiles, comerciales; penales tributarios, cambiarios, aduaneros e infracciones administrativos
Tampoco se les cobrará deudas por el impuesto a las Ganancias, al IVA, bienes personales y de contribución especial de cooperativas.
Y habría un régimen simplificado con la mitad de las alícuotas a las personas que exterioricen tenencia de moneda nacional y/o extranjera en efectivo por un monto que no supere el 35% anual de los ingresos anuales de los últimos 3 períodos fiscales y con un tope de hasta 50 mil dólares. Sólo quedarían excluidos de este beneficio los grandes contribuyentes que pagaron el aporte solidario.
El blanqueo contemplaría un destino específico de la recaudación. Un 20% para el pago al FMI, otro 20% para subsidiar las micro, pequeñas y medianas empresas, un 20% al programa integral de becas Progresar y un 40% a programas y proyectos que apruebe la Secretaría de Energía de la Nación de exploración, desarrollo, construcción y mantenimiento de infraestructura, transporte y producción de gas natural. El proyecto todavía no ingresó. Y se trataría en febrero.
fuente : LA POLITICA ONLINE
noticiasxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros
canalxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros
caprica.org.ar no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros
El Banco Central informó que las reservas subieron USD 2.500 millones tras el envío de fondos desde el FMI y la devolución prevista. El directorio del organismo aseguró que con este envío los giros al BCRA suman casi USD 29.000 millones
El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI)habilitó hoy el desembolso de casi USD 5.400 millones a las arcas del Banco Central. El organismo monetario informó este viernes pasadas las 18 que el nivel de reservas había aumentado en USD 2.500 millones tras el envío de fondos desde Washington y el repago del vencimiento de fines de marzo. Desde que comenzó el nuevo Extended Fund Facilities (EFF), en marzo del año pasado, el FMI ya giró unos USD 29.000 millones.
El board confirmó oficialmente mediante un comunicado la aprobación de metas y el giro del desembolso a la Argentina una hora después, cuando el resumen contable del BCRA ya había reflejado esa operación. El directorio, además, se aprestaba esta tarde a oficializar la modificación en la exigencia de acumulación de reservas para este año como consecuencia de la sequía, y se esperaba que acompañe esa dispensa con advertencias sobre la situación económica y los próximos meses para algunas de los variables decisivas, como la inflación y el déficit fiscal.
El máximo órgano de decisión del FMI trató este viernes, en un debate que estuvo precedido por la discusión sobre un nuevo programa para Ucrania, la cuarta revisión técnica de metas que finalizó hace veinte días. En ese examen, el staff evaluó si el Gobierno había cumplido su compromiso de acumulación de divisas en el BCRA, de recorte del déficit primario y de techo a la emisión monetaria para financiar al Tesoro al finalizar el cuarto trimestre de 2022. En los tres casos hubo visto bueno del Fondo, lo que dio paso al desembolso.
Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI (REUTERS/Jing Xu/File Photo)
Esa discusión, de todas formas, se preveía menos comprometedora. Sucede que el debate del directorio, además de incluir el chequeo de objetivos condicionales del acuerdo -bajo los cuales se aprueban o se traban los desembolsos- también busca determinar si el rumbo de la política de un Gobierno que tiene un programa financiero vigente es el correcto y qué medidas debería tomar o desalentar. La sequía y su impacto en la macroeconomía fue el tema central del ida y vuelta entre Buenos Aires y Washington de los últimos meses. Sin ir más lejos, no aparece como una discusión completamente saldada.
El desembolso que llegó al Banco Central será utilizado en su totalidada para cancelar deuda con el propio organismo. Tal como informóInfobae, una parte del envío que hará Washington será devuelto hoy mismo -por cerca de USD 2.700 millones en total- mientras que la mayor parte del saldo restante dejarán las reservas del BCRA en las próximas semanas, a medida que avance el calendario de repago.
“El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó hoy la cuarta revisión del acuerdo ampliado en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina. La decisión del Directorio hace posible un desembolso inmediato USD 5.400 millones (DEG 4.000 millones)], lo que sitúa el total de desembolsos en el marco del acuerdo en alrededor de USD 28.900 millones”, comunicó oficialmente el Fondo Monetario.
El Fondo Monetario ya había advertido a través de su informe de staff, una instancia previa a la discusión en el directorio, algunas luces de alarma que avizoraba para la economía argentina de los próximos meses. Principalmente, por la aceleración inflacionaria, la falta de reservas, la necesidad de mantener a raya el gasto público y, ligado a eso, agilizar la puesta en marcha completa del esquema de segmentación de tarifas que reduzca la cuenta de subsidios.
“Si bien se espera que políticas macroeconómicas más sólidas y esfuerzos para asegurar mejorar la cobertura de reservas y revertir las recientes pérdidas de divisas, se solicita una modificación del objetivo de acumulación de reservas internacionales netas para 2023″, había expresado el staff.
Sergio Massa y Gita Gopinath, la segunda del FMI
“Esto acomodará parcialmente el impacto cada vez más severo de la sequía, al mismo tiempo que tendrá en cuenta los efectos compensatorios de menores precios de importación de energía y las medidas de políticas acordadas. Se solicita que la mayor parte de esta acomodación se realice a principios de 2023, en consonancia con el impacto adelantado de la sequía”, mencionó el equipo técnico del FMI en ese momento.
Por otro lado, respecto a la inflación, el Fondo consideró que “repuntó en los últimos meses” y aseveró que “las autoridades pretenden mantener positivas las tasas de interés oficiales en términos reales”. “Mientras tanto, continuarán los esfuerzos para asegurar la competitividad externa y fortalecer la cobertura de reservas, que las autoridades planean complementar a través de la oportuna racionalización de la política cambiaria”, continuó el comunicado oficial.
Días después, el portavoz del organismo Julie Kozack había mencionado que el FMI estaba en un proceso de análisis de la medida de canje de deuda en dólares que había anunciado el Ministerio de Economía. “Estamos al tanto de la decisión y la estamos evaluando de acuerdo con los objetivos del programa. En nuestra opinión, en el manejo de la deuda es necesario mejorar el funcionamiento del mercado de bonos interno, pero debe llevarse a cabo de una manera que no aumente las vulnerabilidades en el futuro y también debe ir acompañado de políticas macroeconómicas estrictas y consistentes”, había expresado la vocera del FMI.
El organismo, a través de su vocera, también expresó sus preocupación por el impacto de la sequía, la aceleración de la inflación y el contexto político del país. “En un contexto económico más desafiante, en particular por una sequía cada vez más grave, ahora se necesitan medidas políticas más fuertes para preservar la estabilidad. Estas acciones más enérgicas también son necesarias para abordar el aumento de la inflación y los reveses de la política”, explicó.
No hay empresario ni ejecutivo de primera línea, de esos que se sientan en contadas sillas, que no tenga diálogo constante y frecuente con Sergio Massa. Escuchan de primera mano las intenciones y los pedidos del ministro de Economía. Claro que esas intenciones suelen no ser más que eso cuando de la teoría pasan al terreno de la praxis.
Pero hay algunas que sí son operativas y que dependen de su decisión o de la de los que trabajan directamente con ellos. Una de ellas es simple: las góndolas no pueden estar vacías hasta fin de año. “No quiero ver las chapas”, le escuchó decir a Massa un interlocutor.
Se refería, metafóricamente, a los estantes donde se colocan los productos a la venta. Ese pedido simple para un país que circule por el andarivel de la normalidad esconde, para la Argentina, toda una definición. Sucede que, para seguir con la ilustración del ministro, las góndolas llenas implican un alto costo, ya que importar productos o insumos implica un desembolso que se mide en dólares, pero se recauda en pesos. “El precio no importa, no pueden faltar productos”, cerró la charla el funcionario, según testigos.
Por estos días, con los precios de los alimentos desatados, la gran mayoría de los actores del sector ubican esa explicación en dos razones. La primera, el rotundo fracaso de Precios Justos; la segunda, las expectativas de un dólar mucho más alto. Esto genera una consecuencia letal para la inflación: gran parte de los productos que hoy se venden tiene un componente de precio que valida un dólar de alrededor de 450 pesos.
De aquella definición se salta a la microeconomía, una de las áreas que menos miran los funcionarios y los líderes de la oposición. Aquellos interlocutores se dieron vuelta para poder operar esa directiva. Los actores del consumo tienen un problema nada menor: recaudan en pesos y pagan en dólares. Está bien que a dólar oficial. Ahora bien, ¿a qué valor de dólar oficial? Y ahí está el punto central del asunto, ya que las licencias para importar se aprueban a 270 días, aproximadamente. Esto significa que alguien que está autorizado a comprar productos en el exterior tendrá que desembolsar los dólares entre diciembre de este año y enero de 2024.
Y entonces, la pregunta: ¿a qué precio? Liberados en esto de tener que llenar góndolas a cualquier precio, la cobertura se hace en mercados de futuros. Dicho esto, por ejemplo, quien tenga pesos en su cartera y una licencia para importar para diciembre y recurra al Rofex, el principal mercado de futuros de la Argentina, validará un precio para el último día del año, cuando se ejecuta el contrato de cambio, de 415 pesos. Para el que deba hacer su pago en enero próximo, deberá pensar en una divisa de 445 pesos y los desafortunados de febrero, podrán fijar precios con una moneda estadounidense que el mercado cree que estará en 475 pesos.
De vuelta a las góndolas, a los precios y a la inflación, pues lo que sucede en la microeconomía es que ese dólar de más de 400 pesos que esperan los que compran y los que venden ya se traslada al precio de hoy de un producto por una simple razón: el precio de reposición que se calcula está relacionado con aquella importación con la que logrará reponer el stock.
La secuencia de semejante descalabro, sofisticado y financiero, finalmente llega a los consumidores: los precios de miles de productos. De hecho, no es ninguna casualidad que los índices de inflación de los alimentos hayan mostrado sus niveles más altos fuera de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el índice nacional mostró un aumento de 9,8%, en el Noroeste y en el Noreste fue de 10,6%, y en el Gran Buenos Aires, de 10,2%. La explicación está en estas conductas de miles de empresarios, medianos, pymes y grandes, que descuentan el valor de reposición de sus ventas de hoy mediante un precio más alto.
En la Argentina hay alrededor de 280.000 bocas de expendio de alimentos, bebidas y productos de limpieza. De ese número, los grandes supermercados suman 70.000. El resto, 210.000, se reparten entre negocios medianos y pequeños comercios. Nadie controla los precios ahí. De hecho, ya son muchos los empresarios pymes de la alimentación que prefieren no vender a los supermercados. Es decir, pasar por góndolas más resistentes a los inconducentes acuerdos de precios del secretario de Comercio, Marías Tombolini. De hecho, la gran mayoría de los que tienen a estos funcionarios de interlocutores refieren que ponen mucha más atención a las licencias de importación que a los precios en las góndolas. Dicen, le es más redituable en términos políticos políticos y económicos. Nadie sabe si esa aseveración se refiere a la macroeconomía o a la microeconomía propia.
Mientras tanto, la Argentina está a 250 días de un cambio de Gobierno. Poco se habla, o nada, mejor dicho, pero el 11 de diciembre, cuando un nuevo presidente pise Balcarce 50, lo esperará una enorme deuda invisible. Se trata de la deuda comercial de importaciones que se autorizaron en la gestión actual y que se deberán pagar entonces.
Nadie se atreve a decir cuánto será ese número, pero los que lo miran con atención reconocen que hoy ya suma 11.000 millones de dólares. Se habla de que quedará entre alrededor de 22.000 y 24.000 millones de dólares. Es una anécdota el número final. Pero será una deuda que la Argentina tiene con los proveedores privados de todo el globo. Y eso, no se puede defaultear.
Diego Cabot para La Nacion
canalxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.
Noticiasxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.
Caprica.org.ar no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.
Mar del Plata será en septiembre la sede de la Icca Latin American & the Caribbean Summitt, el evento de turismo de reuniones más importante de Latinoamérica, y se posiciona como ciudad líder del turismo de congresos y reuniones en Argentina a nivel nacional e internacional.
La novedad fue dada a conocer este martes por la tarde por el Ente Municipal de Turismo (EMTur), que trabajó en la candidatura a través de un Libro de Postulación (Bidding Book). “La Feliz” fue la única ciudad argentina que se presentó y logró imponerse ante otras propuestas que hicieron Santiago (Chile) y Río de Janeiro (Brasil).
El ICCA Latin American & the Caribbean Summitt es considerado uno de los eventos más demandados de la región latinoamericana respecto al segmento MICE, que incluye reuniones de negocios; viajes de motivación, tanto de negocios como de ocio; conferencias científicas y prácticas; seminarios de capacitación y eventos corporativos.
Bernardo Martín, el titular del Ente de Turismo, con representantes de la ICCA Latin América & Caribbean Summitt.
“Es el evento regional más importante de Icca, que representa a los proveedores más notables y líderes mundiales en el manejo, transporte y alojamiento de reuniones internacionales de Icca que está integrada por más de 1.100 empresas y organizaciones de casi 100 países en todo el mundo”, afirmaron en el Ente de Turismo que conduce Bernardo Martín.
Empresarios del sector consultados por 0223 se manifestaron en la misma sintonía y destacaron que es la primera vez que se hace este evento en Argentina: “Esto es realmente importante para el turismo de reuniones y posiciona a Mar del Plata dentro de toda América”.
La cumbre se llevará a cabo entre el 4 y el 7 de septiembre de este año. Entre el 29 y el 31 de marzo, el EMTur recibirá a miembros directivos de ICCA Región Latinoamérica que realizarán una visita de inspección a la ciudad, en la que recorrerán hoteles, salones, espacios recreativos, culturales, venues exteriores, sitios icónicos de la ciudad, establecimientos gastronómicos, entre otros.
El comunicado de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (Icca)
"Mar del Plata (Argentina) será el destino anfitrión de la Cumbre de América Latina y el Caribe ICCA 2023.
Nuestro anfitrión local será el destacado equipo del Ente de Turismo de Mar del Plata. Les agradecemos su dedicación, profesionalismo, creatividad y voluntad de recibir a la comunidad latinoamericana de ICCA este año. Fechas confirmadas: 4-7 de septiembre de 2023
Nuestra tradicional cumbre regional continuará innovando y mejorando su estructura, sus experiencias y contenidos para crear el mayor valor para todos los participantes. Asociaciones internacionales, miembros de ICCA y actores regionales tendrán una íntima plataforma de negocios y conocimiento en un destino único que, como dice su eslogan, lo tiene todo.
ICCA espera dar la bienvenida a todos nuestros miembros, socios y colegas regionales a Mar del Plata en septiembre.
Las inscripciones se abrirán pronto”
0223
canalxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.
Noticiasxfn.com no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.
Caprica.org.ar no se hace responsable del contenido de los artículos generados por terceros.