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Opinión

Miguel Wiñazki: “La justificación del Vacunatorio VIP de Zannini es un alarde de inmoralidad”

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En diálogo con Infobae, el filósofo y escritor reflexionó sobre las consecuencias de la pandemia y opinó de la actualidad política. “Alberto Fernández es la sombra de Cristina Fernández”, aseguró

La soledad, la angustia ante el desafío de la pandemia, la esperanza y la moralidad son algunos de los temas que el periodista y filósofo Miguel Wiñazki aborda en su nuevo libro La posnormalidad (Sudamericana).

En una charla profunda con Infobae, el ensayista analizó la coyuntura política y opinó sobre el escándalo del vacunatorio VIP. “El caso de Zannini es muy significativo porque evidencia que se está utilizando el poder para desobedecer los más elementales mandamientos morales”.

“Alberto Fernández es la sombra de Cristina Fernández. Él actúa tutelado por ella cada vez más. Y lo demás, ciertos sesgos de independencia, la verdad que parecieran ser retóricos, o de resistencia”, aseguró.

— Nos vemos en casas propias, separados, en medio de biblioteca. Es un signo de los tiempos esto, ¿no?

— Definitivamente, sí. Conectados. Pero bueno, de este modo. Me gusta tu biblioteca, yo la mía la tengo en otro espacio, pero me hubiera gustado que la veas. Ya la verás algún día.

— Claro que sí. ¿Esto es un signo de la posnormalidad, lo que nos está pasando en este momento?

— Sí, exactamente. Porque esta anormalidad va a cambiar, está cambiando, estamos viendo una metamorfosis, y ya estamos incubando y está apareciendo esta posnormalidad. Que es esto por ejemplo, estamos comunicados pero mediados por las pantallas. Y lo mismo ocurre en todos los ámbitos. La educación, el trabajo, la vida cotidiana.

La posnormalidad - Miguel WiñazkiLa posnormalidad – Miguel Wiñazki

— Me gusta porque tu libro tiene una mirada filosófica que yo creo que en estos tiempos es imprescindible empezar a dar. Los existencialistas, de los que yo me confieso fanático, decían que uno estaba arrojado a la vida sin ningún tipo de pedido y que a partir de ahí había que construir un sentido de la vida. ¿Qué sentido de la vida se puede construir en medio del coronavirus?

— Efectivamente, vivimos o estamos arrojados en el mundo y de pronto nos toca este mundo. Con una entidad invisible que nos acecha y que nos mata. Lo cual es un gran dolor. Entonces a pesar de todo lo que yo sostengo, pero también basándome como vos en buena medida en filósofos existencialistas, es que a pesar de todo hay esperanza. Que no hay otra posibilidad que la esperanza. El apocalipsis ocurrió muchas veces a lo largo de la historia pero el mundo siguió andando. Hubo fin del mundo en otras oportunidades, la Gran Guerra, la Segunda Guerra, otras pestes, la gripe española, lo que quieras, pero la esperanza queda en algún lugar profundo. Digo, no puede no estar arraigada en algún lugar profundo del corazón y hay una fuerza reconstructiva. Va a haber una revancha de la vida. Así es la historia.

— Veo en tu libro eso, a pesar de una muy, muy, muy cruel descripción de la realidad, veo siempre algo que sobrevuela que es que esto incluso también va a ser superado y va a tener como una revancha, esto que acababas de decir. ¿En dónde encontrarás este cabo para asirte de la revancha en lo personal?

— Mira, te comento Luis las fases que fui viviendo. Primero el encierro, la primera etapa de esta cuestión, con una gran angustia porque yo estoy acá viviendo solo, mis hijos por un lado, mi pareja. Y digo bueno: “¿Qué hacemos con esta angustia?”. Entonces pensé también en un lema existencialista que es: hay que ascender al abismo. Si hay un abismo bueno, aceptarlo, vivenciarlo y desde allí hacia algún acantilado. Porque no hay otra posibilidad, si no nos quedamos allí arrojados pero pasivamente arrojados. Y ese ascenso en lo personal se da, bueno, precisamente por la escritura. En este caso por una escritura, vos sabés que uno sale al, no sé cómo denominarlo, la zona de combate que es la Argentina todos los días, y yo digo pero la esperanza viene por otro lado, viene por la reflexión, por la meditación, por la conversación en conjunto. Y me aferro mucho a eso.

Miguel Wiñazki, autor de La posnormalidad

— Ya que trajiste la realidad argentina quiero aprovecharte porque siempre te leo y me parece muy interesante reflexionar con vos. Empiezo por algo muy inmediato que fue el nuevo conflicto diplomático que ha generado el Gobierno con el comunicado de Cancillería por Israel. Es un nuevo tiro en el pie. ¿Me explicas por qué exponerse a este semejante conflicto en la contingencia Argentina?

— Yo la verdad que creo que en el campo de la política exterior así como en otros hay un grado de irracionalidad y quizás de desconocimiento de los hechos notable. En Medio Oriente evidentemente hay una tragedia humanitaria, pero Hamas es un grupo terrorista, financiado básicamente por Irán, y además nosotros no teníamos ninguna necesidad de complicarnos con esa cuestión. Y lo hicimos. Yo creo que sigue habiendo, por un lado, una incomprensión profunda, pero por el otro, una cierta convicción de que por el lado del anti sistema, Irán, Venezuela, Hamas, por ahí hay un camino para la Argentina. Creo que es un error radical y fundamental. Otro más. Nos lleva por el peor de los caminos.

— Venezuela es tóxico, dice el Canciller. España se entrometió demasiado, dice el Canciller. Ahora dice esto. ¿En realidad no será que estamos poniendo demasiada expectativa en lo que es el gobierno de Alberto Fernández y en realidad son esto?

— Daría toda la impresión de que, como es ese dicho de sentido común, si tiene cuatro patas, mueve la cola, ladra, es un perro, sí, es un perro. Daría la impresión de que están exhibiendo esta filosofía política que es precisamente ir por el reverso del mundo. Pero incluso por el reverso del mundo árabe en éste caso en particular. El mundo árabe está buscando por otro lado, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, de vincularse con Israel porque la guerra es la guerra. Hamas e Irán son los que quedan al margen de la nueva negociación mundial incluyendo el Medio Oriente. O algunos autócratas como Erdogan, que pretende al menos retóricamente asociarse con este sector de los palestinos. Entonces, bueno, lamentablemente pareciera haber una convicción. Pero esa convicción es la convicción que nos acerca al fanatismo. Tal vez aquí también estemos cercanos a ese fanatismo.

— Ahora, es interesante porque muchas de las explicaciones que se dan, Guzmán, Basualdo, Losardo, Soria, es porque es una coalición heterogénea. A mí no me alcanza como explicación esto. ¿Te animas a decir quién es hoy Alberto Fernández en el ejercicio de la Presidencia?

— Es la sombra de Cristina Fernández. Es el reflejo y un poco un reflejo sombrío de Cristina Fernández. Él actúa tutelado por ella cada vez más. Y lo demás, ciertos sesgos de independencia, la verdad que parecieran ser retóricos, o de resistencia. Ella va avanzando y ella y los suyos, que en esa coalición me parece que cada vez están pisando más fuerte con ministerios, cajas, etcétera, han tomado las riendas. La Argentina es imprevisible, impredecible, pero tal vez Alberto pudiera romper esas cadenas. Hoy por hoy la imagen es la opuesta. Hay un cierto patetismo, lo digo con respeto, hay un cierto patetismo en esto de juntémonos para la foto a mostrar que estamos unidos. Pero yo sé perfectamente porque tengo información de que la foto es falsa, si hubiera unidad esa foto no hubiera existido, por ejemplo. Entonces es alguien que obedece, “sí Cristina, sí Cristina”.

— Carlos Zannini justifica el vacunatorio VIP, el jefe de todos los abogados falsea una norma diciendo que estaba incluido. ¿Qué es esto, impunidad exacerba, es inescrupuloso?

— Bueno, es una inmoralidad jactanciosa. Y es un alarde de inmoralidad. Y ese alarde de inmoralidad demuestra diversas cuestiones. Una es una lejanía y una distancia, precisamente por estar en la torre de marfil del poder, de la desesperación de la gente. La gente está preocupadísima y después te manotean las vacunas, te la manotea Zannini, que es terrorífico, y te la manotea un tipo que simplemente es un delincuente menor, lo que a la vez es mayor, que las revende. Es difícil vivir así. Ahora, el caso de Zannini es muy significativo porque evidencia que se está utilizando el poder para desobedecer los más elementales mandamientos morales. No en el sentido religioso, en el sentido cívico del término.

— Usaste una expresión: la jactancia de la inmoralidad. ¿Dirías que éste es un signo del gobierno de Alberto Fernández, el alarde de la inmoralidad?

— Sí y también el alarde de un cierto desprecio por el republicanismo. Es decir, la Corte, no sé, ahí hay decrepitud jurídica. Pero la Corte es la democracia en la medida que sea una Corte autónoma, que sigue adelante con respetar la Constitución. Y además ese alarde, esa jactancia, y ese menosprecio, por la división de poderes, también alardeado, vociferado, propagandizado, tiene efectos colaterales terribles. Por ejemplo, un señor, Pietragalla, va a Formosa y dice acá se respetan los derechos humanos. ¿Pero cuál es el efecto? Decir: “No, no me importa la verdad, la verdad es la que digo yo”. No, pero escúcheme, hacemos las investigaciones en Formosa, la gente habla y ocurren cosas horribles. En estos días le voltearon la puerta a una persona que no tenía síntomas de Covid para encerrarla en un lugar completamente insalubre más todo lo otro que sabemos. Entonces el efecto de esa vanidad y de esa arrogancia es en principio con la verdad, nosotros no nos involucramos, lo que ocurre no es lo que ocurre para nosotros. ¿Por qué? Porque decimos que no ocurre.

— Dame una mirada de lo que pasa con nuestro oficio. También este fanatismo se ha transferido hacia nuestro ejercicio, hay desprecios hasta personales.

— Bueno, es un fenómeno la verdad que se ha profundizado muchísimo esto. Y también hay fanatismo de los dos lados eh, hay algunos…

— Claro.

— La cuestión es que lo que yo he observado es que cuanto más profunda y rigurosa es una investigación más agraviado resulta el investigador. Es inversamente proporcional. Precisamente porque es verdad, porque es irrefutable, porque es grave y de pronto gravísimo, ahí el agravio crece. Y esto la verdad que es una enfermedad. Y que en la gente que tiene cierta edad como yo no genera un efecto de autocensura pero en buena medida es ese el intento, o casi.

— Hay como un vicio que se impone con la justificación de recordar cuánto de crítico fuiste con los otros. Es disparatado que uno tenga que hacer una suerte de historia personal cada vez que va a dar una opinión sobre un tema.

— Sí, totalmente. Muy bueno eso. Sí, porque le ocurre a todo el mundo, mira que yo critiqué, que yo dije lo que acabas de decir. Digamos, la verdad es que no habría por qué justificar razones si aquello que uno está exhibiendo en ese momento, publicando, es cierto. Si esto es cierto, después discutimos mi biografía.

— Claro.

— Después la discutimos si la querés discutir o si yo la quiero discutir. Pero el tema es si esto que estoy diciendo es verdadero o es falso. Porque en el periodismo funciona la lógica binaria, es verdadero o es falso digamos. A veces no podés arribar a la verdad binaria. Suponete el caso Nisman. Se suicidó o lo mataron. Para la Justicia está ahora en que lo habrían asesinado. Ahora bien, esto no implica que no exista una verdad. O se suicidó o lo mataron, no hay una tercera posibilidad en este caso.

— Hablemos un poco del autor de este libro. ¿Qué te enseñó el encierro?

— A ver, yo en el libro trabajo bastante el tema de la soledad. Bueno, me enseñó a reconsiderar la posibilidad de que en la soledad la creación puede existir. O que de pronto es necesaria. Que la soledad no implica un descuido. Que por el contrario, hay que protegerse uno mismo. Quiero decir, aun en soledad y encerrado traté de hacer gimnasia o comer saludable. Estas parecen cuestiones menores pero son las que te permiten sobrevivir. Y después una cosa que me pasó mucho es que leí muchísima bibliografía sobre sobrevivientes. ¿Por qué sobrevive alguien? Y bueno, sabemos, uno se reencuentra con lo mismo, el que sobrevive con mayor posibilidad, porque esto es una tabla matemática, pero si hay proyectos, si hay deseos, si hay afectos, si hay amor tenés mayor posibilidad. Y bueno, y eso, el encierro, me enseñó a ponderar muy positivamente todo eso.

— Yo traigo de tu texto esto, algo que para los psicoanalistas es vital: el deseo, la pulsión de vida. No como un deseo milagroso sino como un deseo que hay que poner en práctica voluntariamente.

— El deseo es acción, si no es también lo que algunos filósofos llaman una mala fe. Yo digo, enuncio lo que yo hubiera hecho, lo que haría. No, pero es ponerse acción. Yo quiero adelgazar, necesito adelgazar (risas). Bueno, todavía no lo puse en acción, pero si no, no es deseo. El deseo es concreción. O sea eso bíblico de “pide y te será concedido”, es muy interesante pero claro, debo enfatizar, pero pide, y pedir es actuar.

— Yo tengo un sacerdote amigo queridísimo que me dice: “La esperanza no es decir después de Carlos Pellegrini viene 9 de Julio, porque ya sé que es así, es poner un pie y atrás el otro para llegar hasta 9 de Julio”. Esto es es la esperanza activa.

— Claro, es caminar hasta esa calle y la otra, y la otra. Y es arribar y seguir, seguir navegando la vida. Lo cual implica, bueno, remar, caminarla, transitarla, y muchas veces contra viento y marea. Porque es contra viento y marea en un país como este, pero no solo en este, es contra viento y marea.

— Contame en qué estado estás de la vacunación

— Bueno, aguardé como corresponde mi turno y me llegó la primera dosis y estoy en eso, primera dosis.

— ¿Qué te tocó?

— Me tocó la Sputnik. Yo la ciencia rusa, yo conocí Rusia y no hace mucho, siempre la valoré y no puede ser de otro modo. O sea que la asumí con esperanza también. Ahora aguardando la segunda dosis. Y con fuerzas para efectivamente sobrevivir en la medida de lo posible. Han caído algunos amigos, me hizo muy mal obviamente. Me hizo muy mal. Inesperadamente. Yo negaba, este no puede caer, es joven. Y cayeron. El dolor también.

—¿Qué te pasó cuando te pusieron la vacuna?

— Bueno, tengo cinco hijos. A una de mis hijas, que no confiaba mucho en mi decisión para llegar al lugar, le dije que me acompañara y me vigilara (risas). Seguimos, seguimos trabajando, seguimos con la vacuna Sputnik circulando. Lo cual no me ha convertido en un admirador de Putin ni mucho menos pero me pasó… Un refuerzo. Un refuerzo para la vida, sí, sí.

— La mejor de las suertes con el libro. Felicitaciones.

Entrevista completa:

FUENTE : INFOBAE
FOTO TAPA : AJN AGENCIA DE NOTICIAS

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Opinión

La jueza que condenó a Videla por el robo de bebés: “Justicia es poner paz donde hubo dolor”

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La exjueza María del Carmen Roqueta aseguró que “justicia es poner paz donde hubo dolor” al recordar la condena a Jorge Rafael Videla por el plan sistemático de apropiación de bebés, en cuya causa intervino como presidenta del Tribunal Oral Federal (TOF) 6 que emitió el veredicto, y sobre aquel fallo histórico subrayó: “Creo que cumplí con mi trabajo”.

En una entrevista con Télam, Roqueta revivió la jornada del 5 de julio de 2012, cuando “en un día muy frío” el Tribunal que presidía leyó la última sentencia contra Videla, a quien condenó -junto a Jorge “el Tigre” Acosta, Reynaldo Bignone, el exmédico policial Jorge Luis Magnacco y otros- por “la práctica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad”.

Ante un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, la exmagistrada reveló que al momento de leer el veredicto ella y los otros integrantes del TOF 6 “se sentían muy seguros” luego de haber estado “un año y medio trabajando”, pero confió que ese día al retornar a su casa tras el “tenso momento de la exposición” se encontró con su familia y entonces sí pudo, por fin, “bajar y llorar un poco”.

Roqueta se jubiló del poder judicial en 2017 y dos años después fue distinguida por la Legislatura porteña como personalidad destacada de los Derechos Humanos: se le reconoció su compromiso en la restitución de la identidad de menores apropiados durante la dictadura, a partir de su rol en el juicio por el plan sistemático de robo de bebés, una labor que para la exjueza implicó simplemente “cumplir con el trabajo” aunque al mismo tiempo, asumió, “quedó para la historia”.

Periodista: ¿Cómo vivió el día de la lectura de la sentencia, aquel 5 de julio de 2012?

María Roqueta: Internamente trabajé muchísimo, porque como jueza tenía que responder a la sociedad con un fallo que fuera objetivo. Habíamos logrado organizar bien el trabajo en el tribunal: los empleados y funcionarios del tribunal habían trabajado mucho. Después de las últimas palabras de los imputados, volví a mi despacho y me acuerdo que me saqué los zapatos y dije: “Bueno, ya está”. Pero faltaba ese otro momento, la lectura de la sentencia, en el cual uno, obviamente, como juez o jueza que está en el Tribunal Oral, pone mucho el cuerpo y se expone. Me acuerdo que me calmé. Bajé los niveles. Era difícil. Y leí, con la autoridad que correspondía leer semejante fallo. En definitiva, es lo que siempre digo: la justicia, en un estado de derecho, de alguna manera es poner paz donde hubo dolor.

P.: Fue un momento histórico.

M.R.: Creo que cumplí con mi trabajo. Sé que hay una mirada (de valoración) por haber hecho el juicio (sobre robo de bebés), como ocurre con todos lo que hemos trabajado con las causas de esa humanidad. Que sí, es cierto, quedan en la historia. Pero yo lo quiero tomar como algo cotidiano porque si no sería muy pesado.

P: ¿Cómo llegó a intervenir en la causa del ‘Plan sistemático de robo de bebés’?

M.R.: La causa por robo de bebés venía ya desde el año 1997. Una causa en la que no solo estaba imputado Videla sino varios que militares más. Eran 34 casos en los cuales íbamos desde el caso (Francisco) Madariaga (fallecido en 2020), que había sido apropiado y había aparecido, hasta el caso de (Victoria) Donda, que había sido apropiada. El máximo referente de todo ese plan era Videla y en el medio estaban (Jorge ‘el Tigre’) Acosta, (Jorge Luis) Magnacco, (Antonio) Vañek y mucho más. Teníamos testimonios de chicas embarazadas que habían parido en lugares donde había maternidades clandestinas: Campo de Mayo, el Pozo de Banfield. Había una práctica sistematizada. Pero para poder decir que hubo una sistematización había que analizar varios centros clandestinos: todo el circuito La Plata, el circuito de Campo de Mayo, ESMA. Y así tuve que armar el juicio, primero por cada centro clandestino y en cada centro, cada caso puntual y las testimoniales de la gente que había sobrevivido y contado lo que había visto. Después, con la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, comienza una nueva etapa. Y también con los fallos que saca la Corte Suprema en su momento, después de la anulación (de las leyes) que hace el presidente (Néstor) Kirchner y el Congreso acompaña. La Corte después dicta tres fallos fundamentales, uno a partir del espía chileno (Enrique) Arancibia Clavel, para decir que esas causas no habían prescripto, porque eran delitos de lesa humanidad y, como tales, no prescriben. El delito es tan terrible para la sociedad que eso no puede prescribir. Mi trabajo era trazar toda la línea de responsabilidad penal, como se llama en derecho penal, para llegar a los máximos, a los que dieron las órdenes.

P.: En esa oportunidad la Justicia estuvo a la altura. Así lo vivieron los organismos de DDHH y las propias víctimas. ¿Cómo ve usted ahora los debates sobre la justicia?

M.R.: El poder judicial debe volver a ser confiable. Tiene que haber una justicia ordenada, transparente, creíble y que tenga una mirada amplia de la sociedad, conociendo qué es lo que pasa y dónde se necesita ser efectivo, ágil, llegar a tiempo. Se han vivido y se viven momentos complejos, que no son de la mejor calidad de justicia que se pueda ofrecer, con diez jueces que hacen una instrucción y un juicio que está comprado o lo que sea. Se puede hacer persecución política, como se ha estado haciendo, pero eso no quita que hay un montón de gente que trabaja seriamente y pone todo para hacer las cosas bien.

P.: ¿Cómo decidió ser abogada y cómo entró en el Poder Judicial?

M.R.: Siempre tuve presente durante mi carrera, y en el ejercicio de mi profesión, la búsqueda de ejercer derechos y lograr, un poco, que se haga justicia. Esa fue siempre mi motivación principal en el marco del país que viví -los ’60 y los ’70- en el que, bueno, las injusticias existían. Un país que tenía proscripciones políticas. Yo me críe en un barrio muy sencillo, Valentín Alsina, y mis viejos eran personas de laburo. Por eso sentía la injusticia, pero mis viejos me enseñaron que la educación era una herramienta importante para avanzar en el camino que uno quería armar. Hace poco conversaba con una amiga que siente nostalgia de los ’70, pero los ’70 fueron terribles. Yo viví la etapa más terrible de la facultad de Derecho, con patotas caminando por los pasillos y compañeros y compañeras a los que se llevaban, que habían sido torturados en el decanato, cosas horribles. Uno no entendía muy bien qué era lo que estaba pasando porque creía que se los llevaban detenidos y en algún momento aparecían pero la realidad fue terrible, porque no aparecían nunca más.

P.: ¿Y cómo fue su ingreso al Poder Judicial?

M.R.: Yo me incorporé antes de la reforma del año ’94; uno acercaba su currículum y veía qué podía pasar. Yo venía de la calle, no pertenecía al Poder Judicial. De hecho, las veces anteriores en que había intentado entrar, una vez me discriminaron por ser mujer y otra vez, en la época de los radicales, por peronista; pero sobre todo por ser mujer, porque me interesaba mucho el tema penal. Porque aunque en la facultad de Derecho la mayoría eran mujeres, en determinados cargos es como muy, muy difícil, poder llegar a ser jueza, o ser fiscal, o defensora oficial. En una entrevista, por ejemplo, cuando yo tenía 27 años, el secretario me mira y me dice: “Vos sos joven, y sos mujer, y si tenés que verte con un detenido…” Yo le dije: “Yo soy una profesional preparada y uno elige también qué cosas hacer dentro de la profesión”.

P.: En este año se cumplen 40 años del regreso de la democracia. ¿Cómo vivió aquel momento?

M.R.: Quienes tenemos algunos años y recordamos ese 1983, en el que todo parecía posible con la vuelta a la democracia y había mucha ilusión, después fuimos viendo que no era tan fácil.

P.: ¿Qué opina del fuero federal?

M.R.: La justicia federal necesita, sobre todo, que sea modernizada. Hay que tener recursos y la mejor calidad de personas, pero calidad en el compromiso con la justicia para que no se haga algo contra el estado de derecho. Y hay que poner la mirada en el tema de género, porque el Poder Judicial está un poquito atrasado. No puede haber una Corte con cuatro señores (por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti). No voy a abrir juicio de valor porque son personas intelectualmente importantes, pero no puede ser una Corte en la cual no haya cuatro mujeres más, o cinco más. Pienso que en algún momento tiene que caerles la ficha y dejar de jorobar.

 

Andrea Holgado para Ambito

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Judiciales

No fue lawfare: mentiras y trampas en el juicio de Vialidad que condenó a Cristina

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Abogados que ocultaron tramos de documentos oficiales en que basaron las defensas porque lo omitido hundía a sus clientes. O que le enrostraron a la Fiscalía haber lanzado afirmaciones que en realidad nunca lanzó para confundir al tribunal o a la opinión pública. O que denunciaron la violación del derecho de defensa por no haber sido notificados sobre la incorporación de una prueba al expediente cuando sí fueron notificados. O varios peritos de parte y testigos que orillaron el falso testimonio con afirmaciones sesgadas. O empleados de Vialidad que… la lista continúa.

El Tribunal Oral Federal que condenó a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la “causa Vialidad” reflejó en el fallo que difundió este jueves múltiples episodios en los que las defensas intentaron jugadas, como mínimo, polémicas. Tanto, que el tribunal le notificó lo ocurrido al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal para que “fiscalice las temerarias intervenciones profesionales” y, acaso, aplique sanciones disciplinarias.

Esas “temerarias intervenciones” de los abogados reflejaron un contraste notorio entre las acusaciones de lawfare y lo que salió a la luz, con evidencias concretas, durante las audiencias del juicio oral, según surge de la sentencia de 1616 páginas que rubricaron los magistrados Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso.

De hecho, el tribunal remarcó a lo largo del fallo que algunas defensas incurrieron repetidas veces en una “actitud estratégica de elegir los presupuestos de la acusación para luego poder defenderse de dichos extremos inexistentes”, lo que calificó como “una verdadera y despiadada lucha contra los molinos de viento”. ¿Por qué? Porque para algunas defensas, según el estimó el tribunal, lo más importante no se dirimía en las audiencias del juicio, sino en “la instalación de una narrativa en el plano extraprocesal”. Es decir, la difusión de un relato ante la opinión pública a través de los medios de comunicación y propaganda afines.

La lectura del fallo aporta numerosos ejemplos. Entre ellos, cuando los defensores de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, remarcaron que no había mensajes directos entre la entonces Presidenta y su secretario de Obras Públicas, José López, y esgrimieron esa ausencia como una prueba irrefutable de la inocencia de su defendida. “¿Esperaban que la Presidenta de la Nación chateara personalmente con López?”, se preguntó el tribunal. “¿Quién más que la entonces Presidenta, a través de su asistente personal, podría ordenarle a un Secretario de Estado que se hiciese presente en la quinta de Olivos o en Casa de Gobierno a una hora determinada?”, plantearon Gorini, Giménez Uriburu y Basso, para luego indicar que esa jugada defensiva era “realmente llamativa” y “manifiestamente endeble”.

El letrado de Lázaro Báez, Juan Martín Villanueva, fue, sin embargo, el que protagonizó más episodios cuestionablesc como cuando sostuvo que su cliente había sido un empleado bancario que ascendió en el escalafón hasta convertirse en el máximo ejecutivo del Banco de Santa Cruz, y le enrostró al fiscal Diego Luciani haber dicho que era mero “cajero” bancario.

Pero eso era falso. Luciani jamás lo dijo, aclaró el tribunal. “Si alguien utilizó ese término fue la propia defensa de Báez, la que puso ese concepto en boca de los Fiscales para luego poder cuestionarlo y probar un pretenso yerro tanto en el plano procesal como en el mediático”. Y más allá de eso, el tribunal le recordó que lo esencial del debate pasó por otro lado: ¿tenía Báez experiencia en la obra pública? Y allí tropezó su defensa: “El intento de la defensa técnica de Báez de presentarlo como un avezado directivo de una empresa constructora es directamente una farsa”, concluyeron los magistrados. Una y otra vez, empero, Báez y sus letrados incurrieron en “falsedades” o “falacias”, según el tribunal. Por ejemplo, cuando quisieron sostener que Austral Construcciones se constituyó en abril de 2003 y acusaron a los fiscales de “falsear” el acta constitutiva porque “no les servía la verdad”, lo que también levantó y difundió la maquinaria de difusión cercana al kirchnerismo. Pero en realidad, según verificó el tribunal, la Fiscalía tenía la razón, apoyado en un documento que así lo demostró y que conocían todas las partes. “Nos enfrentamos, una vez más, frente a un artilugio defensista cimentado en una nueva falsedad”, estimó el tribunal.

La diferencia entre el relato y las evidencias también quedó expuesta cuando se analizó cómo fue el proceso de recálculo en las obras otorgadas a Báez. La defensa invocó un informe que aportó la Dirección Nacional de Vialidad que calificó como “una prueba central” que demostraba “dos mentiras” de la Fiscalía y cuya solidez era “incontrovertible”. Pero, ¿qué pasó? Según el tribunal, la defensa incurrió en un “berenjenal comparativo” que lo llevó a esbozar conclusiones erróneas o, peor, “opuestas” a las reales.

“La treta”

Lo mismo, aclaró el tribunal, ocurrió cuando se analizaron la ampliación del plazo o las redeterminaciones de precios en las obras, entre otros ejes. “Una vez más, las defensas escogieron ellas mismas los ejes sobre los que ejercer su defensa, y en ese afán realizaron estruendosas y simbióticas alegaciones sobre la licitud del procedimiento, el acierto en los cálculos y el sacrificio económico que resultaba su aplicación para las empresas”, destacaron los magistrados, cuando en realidad lo nuclear pasaba por otro lado. “El yerro en el que caen las defensas […] se encuentra íntimamente vinculado al escandaloso sistema de aprobación de las ampliaciones de plazos y modificaciones de obras (por su automaticidad, inmotivación, falta de acreditación, justificación, control y fundamento, etc.) que lo antecedió, pues ahí residía la treta”.

Lejos de amilanarse, sin embargo, las defensas redoblaron la apuesta. También buscaron relativizar la importancia de que Báez tuviera tanta preponderancia en el reparto de la obra pública en Santa Cruz. Para eso plantearon que en cada provincia suele haber una constructora con mayor peso porque, por ejemplo, está localizada allí, con sus maquinarias y personal, lo que buscó probar el letrado de Báez con un documento que, según alertó el tribunal, “no cuenta con la totalidad del universo de obras financiadas y/o ejecutadas por la Dirección Nacional de Vialidad en el período en cuestión”.

El tribunal requirió entonces más información oficial y lo que obtuvo, lejos de beneficiar a los acusados, los complicó aún más. “La comparación completa y fundamentada en datos es apabullante”, destacaron Gorini, Giménez Uriburu y Basso, que se apoyaron en datos “objetivos y verificables” para evaluar la distribución de sus negocios, y deploraron lo que calificaron como “pseudos conocimientos especiales” que invocaron los letrados y que fueron levantados por los medios de comunicación más afines al Frente de Todos.

Testigos y peritos de parte

En otros tramos de la sentencia, el tribunal también criticó la actuación de varios testigos y peritos propuestos por las defensas. Entre ellas, una ingeniera designada como perito por la defensa de la actual vicepresidenta, Adriana Alperovich, quien para apoyar a quien la había contratado llegó a utilizar “bibliografía estudiantil guatemalteca, peruana y colombiana, sin precisar sus antecedentes, calificación y rigurosidad técnica”. Eran tesis de grado.

Eso no fue todo. “Sobrepasando los límites de la tarea pericial que le fuera encomendada”, Alperovich “omitió deliberadamente su abordaje completo y recurrió a normas, dictámenes y antecedentes que no resultan ni remotamente aplicables al caso”, indicó el tribunal, hasta ofrecer “una versión exculpatoria que no resiste el menor análisis técnico”. Pero su relevancia en los tribunales fue lo de menos. Su testimonio fue ensalzado por la defensa y levantado por los medios de comunicación afines como “la única que hizo un estudio serio” y “quien de manera fundada descartó la acusación de sobreprecio. En la misma línea, varios testigos quedaron bajo la lupa, como Daniel Semino o Laura Hindie, que durante el juicio intentó relativizar lo que ella misma, como jefa de Legales del Distrito 23° de Vialidad, había sostenido apenas nueve meses después de ocurridos los hechos. ¿Qué pasó en el medio? Que asumió como diputada por el Frente de Todos. Para el tribunal, su giro resultó una “calculada y casi frívola mutación” que la llevó a modificar “su percepción de los hechos de manera infantil y con un sentido de la oportunidad asombroso”. Pero en las usinas de propaganda fue presentada como “una testigo fundamental”.

Como el de Hindie, los defensores y medios afines al kirchnerismo también propalaron el testimonio de Justo Pastor Romero, un auditor de Vialidad Nacional que al declarar durante el juicio oral “escondió en su fundamentación un error de base” conceptual, según el tribunal, y lanzó “temerarias interpretaciones” sobre un informe, “totalmente opuestas a las aclaraciones que realizaron sus hacedores en relación a sus alcances”. Y otra vez se repitió la dinámica: los magistrados desconfiaron de su credibilidad, al punto de indicar que les pareció que estaba “constantemente repitiendo un libreto”. ¿Y los medios de propaganda oficialistas? Lo definieron como “otro testigo demoledor”.

Columnas y notificaciones

Sin embargo, el tribunal estimó que no sólo ciertos testigos parecieron seguir un libreto propio. También la defensa de Báez editó el contenido de los “reporte por certificación de obra” que expuso durante el juicio. “Para empezar, [el material] se trata de una muestra parcializada del informe en cuestión”, alertaron los magistrados, que lo compararon con el informe completo. “Como puede verse de una simple comparación, 6 columnas han sido suprimidas del documento en ciernes”.

Pero si el uso de información parcial o manipulada durante un juicio resulta cuestionable, casi todas las defensas incurrieron en otro error, decisivo en el resultado final del proceso. Ocurrió cuando se incorporó a la “causa Vialidad” evidencias de otra investigación, la 12.441/2008. Es decir, el contenido de los teléfonos de José López; en particular, los mensajes que el exsecretario de Obras Públicas cruzó con los secretarios privados de Cristina Kirchner, Máximo Kirchner, Báez y su alfil en Austral Construcciones, Julio Mendoza.

La tormenta se desató cuando el fiscal Luciani usó esos mensajes en su alegato de manera intensiva. Las defensas clamaron que se violaba el principio de defensa en juicio de sus clientes y que jamás habían sido notificados sobre el eventual uso de ese material, lo que amplificaron sus canales habituales de difusión y propaganda, donde se afirmó que era “una prueba introducida silenciosamente en el juicio”, sin que las partes pudieran objetar su inclusión.

La realidad fue, otra vez, distinta. Así lo expuso el tribunal en su sentencia: “Las alegaciones introducidas por algunas defensas en torno a la supuesta sorpresa que habría significado para esas partes el hecho de conocer el contenido de esa prueba recién durante el alegato de clausura fiscal resultan completamente inadmisible”. ¿Por qué? Porque la Fiscalía pidió incorporar ese material al expediente mucho antes del inicio del juicio, todas las partes fueron notificadas de su interés e invitadas a compulsar ese material, que quedó a disposición de todos desde noviembre de 2017, tanto en la sede del tribunal como en forma digital.

Dicho de otro modo: las defensas sí fueron notificadas sobre el eventual uso de los teléfonos de López como prueba, pero no reaccionaron. Para el tribunal, la conclusión es tan clara como tajante: “Independientemente de si se trató de una decisión deliberada o una negligencia en el ejercicio del ministerio de la defensa, lo que de ninguna manera puede permitirse es atribuir ni vincular esa supuesta sorpresa con el comportamiento procesal que ha tenido este tribunal”.

 

 

Hugo Alconada Mon para La Nacion

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Opinión

Langostino: mediar entre la sobreabundancia, la especulación y la impaciencia

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En Chubut la zafra de langostino en aguas provinciales sumaba 95 mil toneladas por estos días y va camino a superar las 100 mil toneladas cuando termine.

La flota amarilla de Rawson, costeros y artesanales, resisten las presiones del resto de las cámaras, lease CAPECA y CAPIP, para mantener abierta una pesquería que sigue mostrando una abundancia extraordinaria. El miércoles hubo barcos que completaron 1100 cajones en el día.

La 2023 es la zafra de la cola. A partir del contexto complejo, con un mercado internacional que no demanda langostino entero y las cámaras frigoríficas con mucho stock de las capturas de la flota tangonera congeladora en aguas nacionales 2022, todo marisco que se descargó en Rawson terminó hecho cola.

La super abundancia provocó que empresas como Iberconsa se salieran de todo cálculo. Supongamos, si pensaban producir no más de 5 mil toneladas para toda la zafra, al primer día de febrero ya habían superado las 5200 toneladas.

A partir de entonces Iberconsa ya no hace más cola sino langostino entero que siguió coleccionado en cámara. Mientras tanto en Mar del Plata sus 100 trabajadores hace casi un mes que no son convocados a trabajar por la demanda de los peladores por la caída en la producción de cola pelada y desvenada a partir de la incapacidad de la empresa para sostener el volumen del congelado. La única oferta por ahora es retiros voluntarios para todos.

Lo que le pasó a Iberconsa le ha pasado a muchas otras empresas. Eso generó que algunas partidas de langostino entero lleguen a Mar del Plata, algo que está expresamente prohibido en la legislación chubutense pero el romance multisectorial que genera el empacho con el oro naranja todo lo permite.

“Seguimos una semanita más y cortamos”, prometen los pescadores amarillos cuando desde los frigoríficos les marcan la imposibilidad de seguir recibiendo matera prima. Ya no solo por falta de espacio en cámara sino de personal. Se va cumpliendo el tiempo de la temporalidad en la contratación y no queda más que bajar la persiana.

Estos días respiran aliviados en Playa Unión porque Gabriel Aguilar se fue al exterior y hasta que no regrese no firmará el cierre de la temporada como vienen pidiendo, por distintas vías e interlocutores, los demás sectores.

El contexto de lo que se vive en Rawson sirve para graficar la pelea que se vive por estos días en la pesca atada al langostino.

La apertura de un área para pescar el marisco sobre el 41ªS, al norte de la zona de veda de merluza para la flota tangonera congeladora y fresquera de altura, divide las aguas.

La flota congeladora patagónica no quiere saber nada con esa posibilidad. Sostienen que un mayor volumen empujará los precios hacia abajo. Tanto del entero como de la cola, que a partir de la abundancia de Rawson, tuvo una mayor presencia en los mercados internacionales.

Igual la estadística que difunde CAPECA no refleja la pérdida de valor de la cola. En enero se exportaron 6228 toneladas a un valor promedio de 7592 dólares la tonelada. Los números representaron 22% más en volumen y la caída del 3,6% en el precio promedio en la comparación interanual.

En Mar del Plata la postura es inversa. CEPA y CaIPA han pedido abrir el área para poder pescar, acompañado de algunos gremios como SIMAPE, SUPA y la Asociación de Capitanes. Siempre se habilitó en abril pero pidieron la apertura anticipada la primera semana de marzo. Aseguran que más allá del contexto crítico que hoy tiene el mercado, si hay langostino en el agua quieren pescarlo.

Y este sector no pesca desde octubre del año pasado cuando terminó la zafra de aguas nacionales y se prohibió el despacho a la pesca para preservar el ciclo reproductivo de la especie. A diferencia de sectores que se oponen a la apertura del Norte, pero tuvieron/tienen participación en la zafra de Chubut, ya sea como pescadores y/o reprocesadores.

“No nos oponemos, solo queremos que haya consenso para habilitar el 15 de abril”, asegura un industrial con barcos tangoneros congeladores.

¿Cuánto langostino se declara capturar al norte, entre enero y mayo, como para que baje mucho más el precio, haga tambalear la sustentabilidad del negocio y ponga en riesgo la estructura de las propias empresas?

De acuerdo a las cifras de los últimos años, en 2019 se registraron las mayores capturas con 19300 toneladas. Al año siguiente fueron 10.100 y en 2022 sumaron 16.500. El volumen incluye la pesca específica como el by catch del 20% de principios de año cuando los fresqueros pescan merluza.

Son cifras que no parecieran generar las graves consecuencias que advierten quienes desean que el área se mantenga cerrada, no al menos mayores al impacto que representa el desembarque de 100 mil toneladas en cuatro meses de zafra provincial.

Mar del Plata registra uno de los peores inicios de año en lo que a desembarques pesqueros se refiere. Los datos oficiales marcan una caída general del 16% hasta el pasado 7 de marzo. Con reducción del 12% en los desembarques de merluza hubbsi del efectivo sur y 37% de calamar.

Más allá de los intentos y presiones para que se deje de pescar en Chubut y no se abra al norte de manera prematura, en Pesca llevaron tranquilidad a los referentes sindicales de Mar del Plata que fueron a ver al Subsecretario preocupados por la falta de actividad en el puerto.

“No hay razones reales como para temer un escenario de no apertura”, les dijo Liberman, según refleja el portal Pescare. “Todos estos años hemos habilitado la pesca del langostino en el norte en abril”, reveló el funcionario.

Esta semana el CFP rechazó el pedido anticipado de apertura formulado por las cámaras marplatenses al considerarlo “prematuro” y convocó a la Comisión de Seguimiento de Langostino para los próximos días. La duda por estas playas es si el 15 de abril abre para todos o recién arranca la prospección.

Más tarde que temprano como piden en Mar del Plata se habilitará el sector norte de aguas nacionales. Veremos cuántas son las empresas de CAPECA y CAPIP que deciden mantener los tangoneros congeladores amarrados a muelle.

Mientras tanto varios de sus socios siguen alimentando stock con el langostino de provincia, Esa materia prima no parece implicar ninguna amenaza al futuro del negocio. Sobre todo porque es la de ellos.

 

Roberto Garrone para Punto Noticias

Imagen @ramiro32_

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