No todos obedecieron. Aunque no contribuyeron a la formación del quórum en la sesión especial de la Cámara de Diputados, la decisión orgánica del bloque del FPV-PJ de no bajar al recinto para discutir el desafuero de Julio de Vido no fue acatada por un puñado de miembros de la bancada.
Apenas iniciada la sesión ocuparon sus lugares la tucumana Miriam Gallardo, la chubutense Ana Llanos y el sanjuanino Ramón Tovares. Después, la rionegrina María Emilia Soria, quien antes expresó públicamente su posición a favor de conceder el desafuero del ex ministro, pidió ser anotada para hablar en el recinto.
Finalmente, fueron seis los diputados del bloque K que votaron a favor del desafuero de De Vido: los rionegrinos María Emilia Soria y Luis Bardeggia, la chubutense Ana Llanos, la tucumana Miriam Gallardo y los sanjuaninos Ramón Tovares y Sandra Castro.
La votación nominal confirmó que aparte del interbloque de Cambiemos, los dos tercios de votos necesarios para que procedieron el desafuero del ex poderoso ministro fue aportado por monobloques, la izquierda, el socialismo, Frente Renovador, GEN, Frente Cívico de Santiago, Frente Cívico y Social de Catamarca, Compromiso Federal, Proyecto Sur, Libres del Sur, Movimiento Popular Neuquino y Frente de la Concordia de Misiones, entre otros.
Al radicalismo sólo le faltó, indicó una autoridad del bloque, Ricardo Alfonsín, quien estaba “en observación” en un nosocomio de la capital como consecuencia de una hemorragia nasal, según se informó.
La única abstención en la votación fue la de Juan Pereyra, de Forja-Córdoba.
El grueso de la bancada del FPV-PJ no bajó al recinto de acuerdo a lo que resolvió en un debate a puertas cerradas antes de la sesión, porque entiende que las causas judiciales contra ex funcionarios kirchneristas son producto “de una persecución de los opositores”, dijo el titular de la bancada, Héctor Recalde.